En el corazón del Jardín Botánico de la Universidad Tecnológica de Pereira, la ciencia y la conservación se unen para proteger tesoros naturales que solo existen en Risaralda y en una pequeña franja del norte de Antioquia.






Dorian Ruiz, coordinador científico del Jardín Botánico, explicó que muchas veces se confunden los términos especie nativa y especie endémica. Mientras que las nativas son propias de un país, las endémicas tienen un rango de distribución tan reducido que, en este caso, no supera los 50 kilómetros cuadrados.
“En esa condición tenemos dos especies muy valiosas: la Zamia oligodonta, que solo crece en Pueblo Rico y una parte de Antioquia, y la Magnolia wolfii, de la cual apenas se han identificado 22 individuos en el mundo”, detalló Ruiz.
Estas especies, por su carácter endémico, enfrentan un alto grado de amenaza debido a la pérdida de su hábitat natural. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ambas se encuentran en peligro crítico.
El Jardín Botánico UTP ha consolidado un proceso de conservación que parte de la recolección legal de semillas, su reproducción y el fortalecimiento de las colecciones vivas. Actualmente, allí se cuidan cerca de 10 individuos de Zamia oligodonta y 6 de Magnolia wolfii en etapa adulta.
“Son baluartes de conservación que tenemos en el departamento y estamos trabajando para salvarlos”, recalcó Ruiz, quien además invitó a la comunidad a visitar el Jardín y conocer de cerca estas y otras especies que representan el patrimonio natural de la región.
El compromiso del Jardín no se limita a estas especies: proyectos como la siembra y cuidado de Magnolias, los lineamientos para el uso sostenible del tripeperro (Philodendron longirrhizum) y la publicación “10 joyas del Bosque Andino Colombiano” refuerzan una misión de más de 40 años de trabajo en educación, ciencia y conservación.
Hoy, alrededor del 30 al 35% de las más de 700 especies que conforman la colección del Jardín Botánico de la UTP se encuentran en alguna categoría de amenaza, lo que convierte a este espacio en un escenario vital para la protección de la biodiversidad y para sembrar conciencia ambiental en Risaralda.