En un contexto donde la vocación suele entenderse como una línea recta, la trayectoria de la profesora Lyda Caballero Méndez demuestra que el destino puede tomar caminos inesperados. Su llegada al programa de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Tecnológica de Pereira fue, en sus propias palabras, “una casualidad”.

Hace una década, recién finalizada su maestría en Biología Molecular, una recomendación de un colega la condujo a dictar la asignatura de Inmunología Veterinaria.

“Yo venía del mundo humano, pero cuando empecé a enseñar en veterinaria, descubrí un universo que desconocía y terminé enamorándome de él”, expresa con emoción.

Actualmente, y tras dos años como directora del programa y casi diez como docente, ha asumido desafíos que abarcan desde su adaptación a las ciencias animales, hasta la gestión de un programa académico con más de 500 estudiantes y 36 profesores.

“Fue una montaña de aprendizaje. Tuve que estudiar muchísimo para poder entender y transmitir estos conocimientos”, afirma.

Su gestión ha trascendido el aula. Gracias a su liderazgo, el programa ha logrado fortalecer la formación práctica desde etapas tempranas, estableciendo convenios con instituciones locales e internacionales.

“Antes, nuestros estudiantes no practicaban hasta noveno o décimo semestre. Hoy, pueden hacerlo desde mucho antes”, destaca.

Este cambio en el enfoque pedagógico ha impactado significativamente la vida académica y personal del estudiantado, una dimensión que la profesora Caballero valora profundamente.

“Cada estudiante es un mundo. Uno debe ponerse en sus zapatos para comprender lo que atraviesan y ayudarlos en su camino”, sostiene, subrayando que su compromiso con la enseñanza va más allá del contenido académico.

Hoy, su misión se orienta a consolidar el programa como referente nacional. Ha promovido la realización de congresos, diplomados, y lidera la creación de una especialización en Bienestar Animal Integral.

“Queremos ser visibles y que nuestros egresados sigan creciendo. Vamos a seguir avanzando”, asegura con convicción.

El camino profesional de Lyda Caballero ha estado marcado por giros inesperados, pero su pasión por formar profesionales comprometidos con el bienestar animal se mantiene firme. Lo que en su momento fue una coincidencia, hoy representa su mayor propósito institucional.