La Universidad Tecnológica de Pereira, a través de su Facultad de Tecnología, ha consolidado durante más de una década una alianza con la Fundación Cristiana Kyrios, ubicada en la vía que conecta los sectores de Kennedy y La Florida. Esta relación, basada en el compromiso social, la transferencia de conocimiento y la sostenibilidad ambiental, ha permitido el desarrollo de múltiples proyectos de impacto que trascienden lo académico y se integran profundamente en el tejido social de la región.





Desde el año 2010, la Facultad de Tecnología ha venido apoyando integralmente a Kyrios mediante iniciativas que trascienden la academia y tocan profundamente lo humano. «Kyrios es una fundación donde la Facultad ha tenido una gran influencia», explica el decano de la Facultad de Tecnología, Edgar Salazar, “a través de diferentes convocatorias de extensión y proyección social de la Vicerrectoría de investigación, innovación y extensión, hemos desarrollado proyectos que permiten llevar no solo innovación, sino también dignidad a esta población”.
«Esta obra nació de una oración y de un deseo profundo de ver vidas transformadas», menciona Nora Cardona Delgado, o como cariñosamente la llaman Mamá Nora, fundadora de la Fundación Cristiana Kyrios, “nunca imaginé que una universidad como la UTP se convirtiera en parte de esta historia, trayendo no solo tecnología, sino esperanza, dignidad y luz – literalmente – a un lugar donde muchos llegaron sin rumbo y hoy han encontrado propósito”.
Proyectos que trascienden lo académico
Uno de los primeros impactos fue la modernización del sistema eléctrico, “sustituimos las bombillas incandescentes por tecnología LED, y actualizamos completamente el cableado, lo que bajó radicalmente el consumo eléctrico. Luego instalamos paneles solares con sistemas híbridos y microinversores que hoy suplen cerca del 60% de la energía de la fundación”, detalló el Decano. Esta solución redujo la factura de electricidad de 1 millón de pesos mensuales a menos de 350 mil, y sobre todo, brindó estabilidad a un servicio vital que solía suspenderse por meses.
Gracias al trabajo articulado entre docentes, estudiantes y aliados estratégicos, se construyeron dos módulos de vivienda ecosostenibles, verdaderos íconos de construcción verde en la región. Uno de ellos fue construido con botellas plásticas compactadas recolectadas por estudiantes de colegios públicos. El otro, fue ensamblado con ladrillos de plástico reciclado en convenio con una empresa aliada, ofreciendo aislamiento térmico y una estética impactante.
Estas viviendas no solo proveen refugio digno, sino que también son espacios de sanación para personas con enfermedades como EPOC, VIH o tuberculosis, o madres cabeza de hogar, “cada una tiene su baño completo, y han sido vitales para atender casos que requieren aislamiento. Hasta hace poco, incluso uno de los módulos era usado como costurero”, comenta con orgullo Mamá Nora.
Formación, acompañamiento y presencia constante
Además de la infraestructura, la UTP ha ofrecido capacitaciones para el manejo de sistemas solares, fomentando la apropiación tecnológica entre los residentes de la fundación. Pero más allá del conocimiento técnico, lo que destaca Mamá Nora es la presencia constante de la comunidad universitaria, “han estado permanentemente. Desde que llegaron hace 15 años, no nos han dejado. Siempre en cabeza del profesor Edgar, con un equipo comprometido, sensible y generoso”.
Este acompañamiento ha sido vital para una organización que, en palabras de su fundadora, “ha acompañado a personas solas, ha recibido mujeres violentadas, niños abandonados, hombres en rehabilitación, y a todos les ha dado una nueva oportunidad de vida en Dios y en comunidad”. La Fundación Kyrios se ha convertido en un espacio vivo de espiritualidad, reforestación, aprendizaje y comunidad, “aquí se siente paz. La gente cruza el puente y dice: ‘esto no parece Pereira’. Es un ecosistema único. Hay rocas enormes, árboles, aves, gatos, perros. Y sobre todo, hay esperanza”, relata.
Tecnología con propósito: transformar vidas
Esta alianza entre la Fundación Kyrios y la UTP es un ejemplo inspirador de cómo la universidad puede ir mucho más allá de sus aulas. Es una lección viva de cómo el conocimiento debe estar al servicio de los más necesitados, y cómo la innovación puede ir de la mano con la empatía. Como lo resume el decano Edgar Salazar, “hemos querido que nuestro trabajo no se quede solo en la parte investigativa o académica. También queremos que transforme realidades sociales. **Kyrios nos ha enseñado que cuando el conocimiento se une con el amor, nacen verdaderos milagros tecnológicos”.
Con acciones concretas como la implementación de energías renovables, la construcción de viviendas ecológicas y la modernización de infraestructuras eléctricas, la UTP, desde su Facultad de Tecnología, reafirma su papel como institución pública comprometida con el bienestar colectivo y la dignificación de las comunidades más vulnerables.