Un cuarto de siglo de investigación, formación y compromiso con la calidad del agua y los alimentos en la región
Desde hace 25 años, el Laboratorio de Análisis de Aguas y Alimentos de la Universidad Tecnológica de Pereira ha sido un pilar científico y social para la región. Enclavado en el Edificio 8 del campus universitario, este laboratorio ha consolidado su prestigio mediante una labor constante en investigación aplicada, formación académica y prestación de servicios técnicos al sector público y privado.
Carlos Humberto Montoya Navarrete, director del laboratorio y uno de sus fundadores, recuerda con orgullo el camino recorrido desde que en 1989 un grupo de profesores de la Escuela de Química conformó el Grupo de Estudio del Recurso Hídrico. “Fue en el año 2000 cuando realizamos nuestro primer trabajo contratado por la Industria Licorera de Caldas, marcando el inicio formal de nuestras operaciones en el campo del análisis de aguas”, relata Montoya.
Desde entonces, el laboratorio se ha especializado en análisis físico-químico y microbiológico de aguas y alimentos, prestando servicios a sectores agroindustriales, empresas de alimentación, entidades públicas y comunidades organizadas, como los acueductos comunitarios. “Todos los días necesitamos agua de excelente calidad, y los alimentos requieren un seguimiento riguroso de su calidad organoléptica, físico-química y microbiológica. Eso es lo que garantizamos aquí”, afirma el director.
Uno de los impactos más significativos de su gestión fue el acompañamiento a 47 acueductos comunitarios de Pereira entre 2016 y 2017, orientado a mejorar sus sistemas de tratamiento de agua. “Hemos podido dejar sonrisas sembradas en esas comunidades que esperan de su universidad una ayuda permanente”, resalta Montoya.
Este laboratorio acreditado y altamente especializado cuenta con un equipo de profesionales formados en la UTP, como químicos industriales y tecnólogos en química, además del valioso apoyo de microbiólogas externas. “Nos hemos convertido en un referente regional y nacional. Todo esto ha sido posible gracias a un equipo comprometido y al respaldo constante de la universidad”, destaca el director.
El trabajo científico, aunque riguroso y técnico, también enfrenta desafíos humanos. “Recuerdo cuando salíamos a zonas muy alejadas a tomar muestras. Una vez, debido a las condiciones extremas de calor y humedad, sufrí una parálisis facial. Son experiencias que marcan y reafirman la importancia de lo que hacemos”, comparte Montoya.
Además de su labor investigativa y de servicio, el laboratorio también cumple funciones de formación docente, brindando espacios de aprendizaje para estudiantes de Química y otros programas afines. Sus modernas instalaciones están organizadas por áreas especializadas —como microbiología, físico-química e instrumental— cada una con condiciones técnicas específicas para garantizar la inocuidad y precisión en el análisis de muestras.
Finalmente, el profesor Montoya extiende una invitación abierta a la comunidad universitaria y externa: “Invito a que nos conozcan, que hagan uso de este servicio que es patrimonio de la UTP. Aquí hacemos ciencia con sentido social, con las puertas siempre abiertas para escuchar, apoyar y construir soluciones junto a la comunidad.”
El Laboratorio de Análisis de Aguas y Alimentos es más que un espacio académico: es un ejemplo de ciencia aplicada al bienestar colectivo, donde el conocimiento se transforma en acción concreta para mejorar la calidad de vida.
Información de contacto
📍 Carrera 27 #10-02, Barrio Álamos, Pereira, Risaralda, Colombia – Edificio 8, campus universitario
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📞 (606) 3137300 ext. 7752
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