Una trayectoria ejemplar marcada por el compromiso, el crecimiento y el legado institucional

Con una trayectoria de casi cuatro décadas, Gloria Argenis se despide de la Universidad Tecnológica de Pereira dejando una huella imborrable en la historia institucional. Ingresó en agosto de 1985, con tan solo 20 años, al equipo de Archivos, sin imaginar que aquel sería el inicio de una vida profesional y personal profundamente ligada a la evolución de la Universidad.

«Han sido 39 años y 7 meses muy felices,» afirma con una sonrisa nostálgica, recordando cómo ha crecido junto a la institución.

Primeros pasos y formación en el oficio administrativo

Durante sus primeros años, Gloria asumió tareas fundamentales en el área de Archivos. La Universidad contaba entonces con una infraestructura modesta y procesos manuales. “Recuerdo que me tocaba ayudar a los profesores con los exámenes en stencil. Llegaba toda morada de tinta a mi casa”, comenta entre risas.

En 1989, surgió la oportunidad de concursar para un cargo en la Facultad de Ciencias Básicas, lo que marcaría un punto de inflexión en su carrera. “Fue una gran oportunidad, no solo porque me permitió crecer, sino porque conté con el respaldo de mis compañeros”, expresa con gratitud.

Adaptación a los cambios tecnológicos y evolución institucional

Gloria fue testigo directo de la transformación tecnológica y administrativa de la Universidad. Desde el uso de máquinas de escribir hasta la implementación de sistemas digitales, supo adaptarse a cada cambio con disposición al aprendizaje.

«Al principio, todo era muy manual. Pero poco a poco, los cursos del SENA nos prepararon para hacer frente a los avances,» explica.

«Trabajé junto al profesor Carlos López (q. e. p. d.) en la implementación de la evaluación docente, un proceso innovador que aportó significativamente al desarrollo institucional», añade.

Crecimiento profesional y familiar, de la mano de la UTP

La Universidad no solo fue su espacio laboral, sino también un entorno de crecimiento personal y familiar. “Gracias a mi trabajo aquí, pude brindarle a mi familia lo que necesitaba. Mi hijo es egresado de la UTP y ahora trabaja en una multinacional. Verlo crecer ha sido uno de mis mayores logros”, afirma con orgullo.

Desde su llegada, cuando la comunidad universitaria contaba con menos de 4.000 estudiantes, hasta la actualidad con cerca de 20.000, Gloria ha presenciado la expansión del campus y el fortalecimiento institucional en todos sus frentes.

Una despedida serena y con gratitud

Mientras se aproxima su retiro, Gloria mira hacia el futuro con serenidad. “Estoy lista para lo que sigue. Mi hijo me ha animado a viajar con él, y quiero disfrutar de esos momentos”, comenta. Aunque reconoce la tristeza de dejar atrás amistades forjadas durante años, entiende que la vida es también transitar nuevas etapas.

Entre los planes de esta nueva etapa, se encuentra un viaje a España para visitar a la familia de su esposo. “Veremos qué nos depara el futuro”, dice con optimismo.

Un legado más allá del trabajo administrativo

Además de su labor en oficinas, Gloria se destacó por su participación activa en los deportes universitarios. Fue una de las fundadoras del baloncesto en la UTP, representando a la Universidad en múltiples campeonatos internos y en los Juegos ASCUN.

«El deporte fue una parte muy importante de mi vida en la Universidad. Representarla me dio muchas alegrías,» recuerda.

Su legado trasciende lo administrativo: es el reflejo de un compromiso constante con la comunidad universitaria, el espíritu de superación y la voluntad de contribuir al desarrollo colectivo.

«Lo que más me ha dado la UTP es la oportunidad de aprender y crecer junto a muchas personas que, como yo, creyeron en lo que hacíamos,» concluye con humildad.

La Universidad Tecnológica de Pereira reconoce en Gloria Argenis un ejemplo de dedicación, lealtad institucional y vocación de servicio, cualidades que han contribuido significativamente al fortalecimiento de su misión educativa.