En los pasillos de la Facultad de Tecnología de la Universidad Tecnológica de Pereira, una voz joven y decidida se abre paso con entusiasmo y esperanza. Se trata de Valeria Montes González, estudiante de primer semestre del programa de Ingeniería de Manufactura, quien comparte con orgullo y emoción su historia de vida, una historia que refleja el espíritu de lucha, adaptación y pasión que caracteriza a los nuevos rostros de la ingeniería en Colombia.

Valeria, como muchos jóvenes, soñaba con ingresar a una carrera tradicional: mecatrónica o ingeniería industrial. Sin embargo, su camino tomó un giro inesperado cuando, enfrentando el reto del puntaje ICFES, se encontró ante una encrucijada entre rendirse o reinventarse. Eligió lo segundo. Gracias al apoyo de una mujer llamada Olga y a la posibilidad de acceder a las matrículas extemporáneas, Valeria descubrió Ingeniería de Manufactura, una carrera que hasta ese momento le era desconocida, pero que hoy define como “una carrera preciosa, llena de oportunidades y acompañamiento”.

El 3 de febrero marcó el inicio de una etapa trascendental para Valeria. Ese día comenzó su formación profesional, cargada de ilusiones, metas y desafíos. Como primípara, enfrentó el natural miedo al cambio, pero rápidamente encontró en su entorno profesores, compañeros y directivos una red de apoyo invaluable. “Nos hemos acompañado mucho, somos muy buenos compañeros y hemos creado un ambiente inimaginable”, afirma.

Lo que comenzó como una alternativa, se convirtió rápidamente en su verdadera vocación. “Nunca había visto una carrera que brindara tantas oportunidades”, expresa. Para ella, la Ingeniería de Manufactura no se limita a lo metalmecánico: es diseño, creatividad, prototipado, innovación. Es la posibilidad de ver materializadas las ideas propias desde el primer semestre. Entre llaveros, porta celulares, micrografías y maquetas de casas, Valeria ha comprendido que el aprendizaje en su carrera es activo, tangible y profundamente significativo.

Además, no ha limitado su formación al aula. Desde el primer semestre, se ha vinculado a tres semilleros de investigación: Metrología, Dinámica de Fluidos (CAE) y próximamente CNC (control numérico computarizado). Esta iniciativa le ha permitido adquirir herramientas adicionales, sentirse más preparada y conectar con estudiantes avanzados y docentes en una dinámica de mentoría que fortalece su crecimiento académico y personal.

Valeria ve en la Ingeniería de Manufactura no solo una carrera del presente, sino del futuro. En el contexto de la Cuarta Revolución Industrial, resalta cómo esta disciplina abre puertas hacia la innovación, el desarrollo tecnológico y la transformación de procesos industriales. “La manufactura te abre muchos campos: lo empresarial, lo gerencial, lo creativo. Esta es una carrera de sueños”, dice convencida.

Al cerrar su testimonio, Valeria lanza un mensaje inspirador:

“No te cierres a las oportunidades que vengan. Si no te salió la carrera que querías, por algo será. El destino te tiene preparado algo inimaginable.”

Su experiencia es prueba de que, a veces, los caminos no previstos pueden conducir justo al lugar donde pertenecemos.

Valeria Montes González es más que una estudiante de primer semestre. Es el reflejo de una nueva generación de ingenieros comprometidos, resilientes y visionarios. Su historia, aún en sus primeras páginas, ya es una inspiración para quienes creen que los sueños se construyen día a día, desde las aulas, los laboratorios y, sobre todo, desde la pasión por aprender y crear.