En los pasillos de la Facultad de Bellas Artes y Humanidades de la Universidad Tecnológica de Pereira, donde hoy resuenan instrumentos de cuerda, viento y percusión, alguna vez solo hubo silencio. Fue en medio de esa quietud, en 1996, que llegó el maestro Lucas Fabián Molano Torres, con la convicción de que la música podía transformar realidades y espacios.





A las puertas de su jubilación, su legado es evidente: el de un formador, soñador y gestor que no solo tocó melodías, sino también vidas, y que fue parte fundamental en la creación y consolidación de la facultad como se conoce hoy.
“Cuando llegué no había profesores de banda, solo cuerdas típicas, guitarritas y no más… La intención era crear la parte instrumental, y ahí llegué yo para apoyar todo este proceso,” recuerda el maestro con una sonrisa.
Desde su llegada, convirtió las carencias en oportunidades y sembró las bases de una transformación que resonará por generaciones.
Oriundo de Ibagué y formado en el Conservatorio del Tolima, el profesor Lucas fue pieza clave en el crecimiento académico, cultural y estructural de la Facultad. Su trayectoria lo llevó, incluso antes de su llegada a la UTP, a representar a Colombia en la Exposición Universal de Sevilla en 1992, compartiendo muestras de folclor, cumbia y rock en países como España, Japón y China.
Ya en la Universidad, impulsó proyectos de gran impacto. Tras el terremoto de 1999, gestionó una inversión histórica de 800 mil dólares para dotar de instrumentos a la Orquesta Sinfónica de la UTP.
“Tuve que demostrarle al Consejo Superior que sí existía un laboratorio: el laboratorio era la orquesta,” afirmó el maestro, al recordar cómo logró acceder a los recursos entregados por el Rey de España para los damnificados. Gracias a esta gestión, decenas de jóvenes de la región tuvieron por primera vez acceso a instrumentos musicales, lo que facilitó la enseñanza formal y estructurada de la música sinfónica.
El maestro Lucas también fue protagonista en la creación del teatro de la facultad. Invitado por el Dr. Samuel Eduardo Salazar, compartió su visión con el arquitecto del pabellón de Colombia en Sevilla, quien acogió su propuesta de un espacio cerrado y adecuado acústicamente para la música.
“Querían hacer una media torta, pero la música hace mucha bulla. Propuse un teatro cubierto… El arquitecto me escuchó, le gustó mi idea y se logró,” relata emocionado. Hoy, ese teatro es un espacio emblemático no solo para la UTP, sino también para la vida cultural del Eje Cafetero.
Más allá de la infraestructura y los reconocimientos, el profesor Lucas valora profundamente el vínculo con sus estudiantes:
“Lo más bonito es la respuesta de los estudiantes, poder enseñarles y compartir. Si es positiva esa respuesta, uno se entusiasma más,” menciona con humildad.
Ha sido docente, director de banda y orquesta, gestor cultural y mentor, formando generaciones que hoy destacan en Australia, Europa y América Latina, siempre con el respeto de sus colegas y el cariño de sus estudiantes.
El legado del maestro Lucas Fabián Molano Torres vivirá en cada nota musical que vibra en la Facultad, en cada músico que encontró su camino gracias a su guía, y en cada espacio que hoy refleja una historia de arte, resiliencia, transformación y compromiso con la educación musical de la región.