La Universidad Tecnológica de Pereira demuestra que el aprendizaje y la vida universitaria no tienen horario, resaltando su dinámica jornada especial nocturna que se convierte en el corazón de un campus siempre en movimiento.

Cuando el reloj marca las seis de la tarde, muchos podrían asumir que las puertas de la UTP se cierran; sin embargo, es en este preciso momento cuando el campus se transforma y adquiere una nueva vida. La institución, fiel a su compromiso con la educación y la inclusión, despliega una amplia oferta de actividades y servicios para estudiantes, docentes y colaboradores, reafirmando que la UTP sigue creciendo, aprendiendo y compartiendo, incluso cuando la ciudad descansa.

Durante la jornada especial nocturna, los salones y laboratorios se llenan de estudiantes de pregrado y posgrado, mientras que los escenarios deportivos se iluminan para acoger a deportistas que ponen en marcha su pasión y disciplina. El gimnasio continúa operando para aquellos que buscan el bienestar físico, y los espacios culturales mantienen su programación, ofreciendo encuentros que nutren el alma y la creatividad. Asimismo, los puntos de encuentro gastronómico, desde las chazas hasta la tradicional Barrita, se convierten en escenarios de convivencia y encuentro tras largas jornadas laborales.

La movilidad también juega un papel esencial en este escenario; los parqueaderos permanecen abiertos y a plena capacidad, facilitando el acceso de quienes eligen la UTP como el espacio ideal para construir sueños y avanzar en sus proyectos académicos.

Waldo Lizcano Gómez, coordinador de los programas en jornada especial, subrayó con entusiasmo:

“Muchas personas cruzan las puertas de la universidad a las seis de la tarde y creen que aquí la cerramos, pero no, la vida empieza.”

Con esta declaración, Waldo invita a descubrir un nuevo rostro de la UTP nocturna, donde cada clase, entrenamiento y proyecto se gesta bajo la iluminación que marca el compromiso inquebrantable de una comunidad que no se rinde ante los límites del reloj.

La universidad en la noche es el reflejo de una comunidad que cree firmemente en el poder transformador de la educación. En este ambiente, el conocimiento, la cultura, el deporte y la convivencia se celebran de manera permanente, demostrando que la noche no es el final del día, sino el comienzo de nuevas posibilidades.