En el marco del Congreso por la Paz, realizado el pasado 5 de abril de 2025, la Mesa de Gobernabilidad y Paz del Sistema Universitario Estatal (SUE) emitió un pronunciamiento en el que reitera el compromiso de las universidades públicas del país con la promoción de acciones que contribuyan a la consolidación de una paz integral, sostenible y participativa en todo el territorio nacional.

Durante el evento, Óscar Arango Gaviria, coordinador nacional de la Mesa, destacó que desde las instituciones de educación superior públicas se gestan iniciativas que buscan crear ambientes de paz en las regiones, reconociendo el papel activo de la comunidad universitaria en la construcción de ciudadanía, democracia y reconciliación.

La paz: un derecho, un deber y una posibilidad

El pronunciamiento parte del reconocimiento de que la paz sigue siendo un desafío, especialmente en una nación que ha vivido un conflicto armado de larga duración. En este contexto, se exalta la perseverancia de la sociedad civil en su esfuerzo por alcanzar la paz, incluso en los momentos más críticos del enfrentamiento y la degradación del conflicto.

La Mesa de Gobernabilidad y Paz del SUE subraya que la paz no se delega: es un proceso colectivo que debe involucrar a toda la ciudadanía. En este sentido, se ratifica la vigencia del diálogo y la negociación como vías legítimas para la resolución del conflicto, así como la necesidad de reconocer su carácter político, en medio de dinámicas violentas asociadas al control de territorios y economías ilícitas.

Propuestas y llamados a la acción

En su declaración, la Mesa propone la creación de un Movimiento por la Paz, concebido como una plataforma social y ciudadana que articule y potencie esfuerzos diversos en favor de una cultura de paz. Como parte de esta iniciativa, se convocará a la realización de encuentros territoriales y sectoriales, cuyas conclusiones serán presentadas en el Segundo Congreso por la Paz, programado para septiembre de 2025.

Además, el pronunciamiento contempla los siguientes llamados y acciones:

  • Respetar y proteger la vida de las comunidades en los territorios, de los firmantes de paz y de los líderes sociales.
  • Cumplir de manera estricta el Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Gobierno Nacional y las FARC, así como otros acuerdos suscritos o por suscribirse.
  • Reactivar y persistir en los diálogos de paz con todos los actores armados.
  • Implementar acuerdos humanitarios que disminuyan el impacto de la confrontación armada, especialmente en las zonas más afectadas.
  • Iniciar un diálogo nacional sobre la transformación territorial y el papel del Estado en las regiones.
  • Promover una campaña nacional por la defensa de la vida y la construcción de paz, con la participación de artistas, medios de comunicación y organizaciones sociales.
  • Convocar una movilización nacional por el respeto a la vida y la promoción del diálogo como camino hacia la reconciliación.

Finalmente, se reafirma que la superación definitiva de las violencias pasa por la construcción de un acuerdo nacional amplio, sin el cual no será posible avanzar de forma efectiva en temas como la legalización de las drogas, el desmonte del paramilitarismo o la transformación estructural de los territorios.

Un llamado desde la academia

Con este pronunciamiento, el Sistema Universitario Estatal manifiesta su voluntad de seguir actuando como un actor clave en los procesos de paz, abriendo espacios de reflexión, participación y acción colectiva. Las universidades públicas reafirman su papel como escenarios de pensamiento crítico, diálogo plural y construcción de futuro, en una Colombia que sigue apostando por la vida, la justicia social y la no repetición.