Estudiante de Ingeniería Física de la UTP realiza pasantía de investigación en una de las universidades más prestigiosas de Asia

A sus 22 años, Sebastián Ramírez Gómez, estudiante de Ingeniería Física de la Universidad Tecnológica de Pereira, vive una experiencia académica que marca un antes y un después en su trayectoria profesional. Desde Seúl, Corea del Sur, participa en una pasantía de investigación en la Universidad de Yonsei, ubicada entre las 60 mejores universidades del mundo y reconocida como una de las instituciones más importantes del continente asiático.

Sebastián hace parte del Grupo de Investigación en Modelado y Simulación Computacional (GIMOSIC) de la UTP, y actualmente desarrolla su trabajo en el Materials Theory Group (MTG) del Department of Materials Science & Engineering en Yonsei University, bajo la dirección del reconocido investigador Aloysius Soon. Esta pasantía no solo representa un logro personal, sino también un hito institucional que reafirma el compromiso de la UTP con la formación científica de alto nivel.

Una vocación científica desde la infancia

Al graduarse del colegio, Sebastián obtuvo una beca que le abrió muchas posibilidades. Aunque al principio pensó en carreras como Ingeniería en Petróleos o Astronomía, pronto comprendió que su verdadero interés estaba en las ciencias, más allá de aquellas carreras que pudieran darle una muy buena estabilidad económica, “decidí seguir lo que más me gustaba, porque al final le vas a dedicar gran parte de tu vida a eso», reflexiona.

En ese momento, la UTP se convirtió en su primera opción por su excelente calidad académica, su cultura investigativa y su cercanía a la familia. Ingresó a la Universidad en 2020, en plena pandemia, y aunque enfrentó los retos de la virtualidad y la incertidumbre, encontró en la institución un espacio para crecer no solo como ingeniero, sino como ser humano.

Formación integral y vocación investigativa

Durante su proceso de formación, Sebastián participó activamente en congresos nacionales e internacionales, dictó charlas académicas, publicó artículos científicos y se integró de lleno al trabajo del grupo GIMOSIC, dirigido por el Ph.D. Iván Darío Arellano Ramírez. Allí profundizó en el estudio y optimización de materiales de estado sólido mediante herramientas de simulación computacional, con aplicaciones en energía solar, catálisis y almacenamiento energético.

Además de su crecimiento académico, Sebastián destaca el impacto que tuvo la vida universitaria en su dimensión social y humana: “La UTP me enseñó a convivir con personas que piensan diferente. Aprendí a dejar prejuicios, a ver otras realidades y a fortalecer mi empatía”, menciona. También superó uno de sus mayores retos personales: la timidez. “En el colegio era muy reservado, pero en la Universidad encontré amigos que me ayudaron a abrirme. Hoy me desenvuelvo mucho mejor”, afirma con orgullo.

Un sueño forjado paso a paso

La posibilidad de realizar una pasantía en el exterior surgió de una pregunta clave: ¿Qué hacer al graduarse? Esa inquietud lo llevó a explorar programas de maestría e instituciones líderes en ciencia de materiales. Sebastián contactó investigadores de Estados Unidos, China, Japón y Corea del Sur. Fue el Grupo Materials Theory Group de Yonsei University el que respondió positivamente. Tras entrevistas, cartas de recomendación —entre ellas la del profesor Arellano— y una rigurosa evaluación, recibió la invitación para una pasantía financiada por el grupo de investigación coreano.

El único obstáculo restante era el tiquete aéreo. Ante esto, Sebastián organizó rifas y recibió el respaldo decidido de la Vicerrectoría de Investigaciones, Innovación y Extensión, la Facultad de Ingenierías, el programa de Ingeniería Física y sus docentes. El Ph.D. Walter Serna, director del programa, fue una de las personas que impulsó activamente la gestión de apoyo institucional: “Estoy profundamente agradecido con cada persona que creyó en mí. Sin ellos, este sueño no habría sido posible”, expresa con emoción.

Una experiencia transformadora en Corea del Sur

Desde su llegada a Seúl en febrero de 2025, Sebastián ha vivido un profundo choque cultural. Desde la forma de pedir comida hasta las dinámicas de aula, cada aspecto ha sido una experiencia de aprendizaje. En el ámbito académico, ha podido experimentar una cultura científica altamente estructurada, con acceso inmediato a recursos y tecnologías de punta: “Aquí no hay límites para investigar. Si necesitas algo y no está, lo consigues al día siguiente. Pero también valoro que la formación en la UTP me dio una base sólida y una visión participativa que aquí no es tan común”, señala.

Fuera del laboratorio, Sebastián también ha disfrutado de una de sus pasiones: los videojuegos. Estar en el país donde League of Legends es un fenómeno cultural le ha permitido vivir de cerca el mundo gamer coreano, asistir a partidas en vivo y visitar tiendas especializadas.

Un mensaje desde el otro lado del mundo

A modo de reflexión, Sebastián deja un mensaje para sus compañeros en la UTP: “Si tienen la oportunidad de hacer una pasantía o intercambio, háganlo. Estudiar en otro país, especialmente uno donde no se habla español, es una experiencia que transforma por completo la forma en que ves el mundo”.

Pero también insiste en algo esencial: nada de esto fue fruto del azar: “No llegué aquí por suerte. Llegué porque me esforcé, porque aproveché cada oportunidad, y porque muchas personas me apoyaron. Todo valió la pena”, concluye.

La historia de Sebastián Ramírez Gómez es testimonio del impacto que puede generar una formación con sentido, visión internacional y compromiso humano. Desde Corea del Sur, representa a la UTP y a Colombia con orgullo, demostrando que la ciencia no tiene fronteras y que los sueños, con esfuerzo y acompañamiento, pueden hacerse realidad.