Entre aulas y laboratorios, hay un espacio donde el aprendizaje y la investigación encuentran su punto de apoyo: el Centro de Documentación Electrilibro de la Facultad de Ingeniería. Detrás de su organización, asegurando que cada recurso esté disponible y accesible para estudiantes y docentes, se encuentra Marcela Patiño, Auxiliar Administrativa de la UTP, quien con su labor silenciosa pero fundamental, mantiene en funcionamiento este espacio clave para la academia.

Más de una década de servicio a la comunidad académica

Desde que se unió a la UTP hace 12 años, Marcela ha dedicado su esfuerzo a garantizar que el Centro de Documentación funcione de manera óptima. Su trabajo es esencial para el acceso a libros, documentos y otros recursos educativos, permitiendo que los estudiantes y docentes cuenten con la información necesaria para su formación y proyectos de investigación.

«Este es un espacio especializado en ingenierías. En Electrilibro se encuentran todos los libros y documentos relacionados con Ingeniería Eléctrica, Electrónica y Sistemas«, menciona Marcela, resaltando la importancia de este centro como un recurso indispensable para la facultad.

Su jornada incluye tareas como la organización de material bibliográfico, la atención personalizada a los usuarios y la gestión de documentación especializada, funciones que desempeña con precisión y compromiso.

Vocación por la organización y el servicio

La pasión de Marcela por la organización y el orden la llevó a especializarse en el área administrativa, encontrando en el Centro de Documentación Electrilibro un lugar donde su conocimiento y habilidades tienen un impacto directo en la comunidad universitaria.

Pero su trabajo no solo se basa en la gestión documental. Su calidez y disposición la han convertido en un referente de amabilidad y apoyo para estudiantes y colegas. Quienes la conocen destacan su trato cercano, su actitud resolutiva y su compromiso con la excelencia.

El papel clave de los administrativos en la educación superior

El compromiso de Marcela con la UTP trasciende sus funciones diarias. Para ella, ser parte de la universidad es contribuir al crecimiento de la comunidad académica, asegurando que todo funcione con eficiencia y claridad.

«El mundo académico está lleno de detalles que pueden pasar desapercibidos, pero son esenciales para el aprendizaje y la investigación. Asegurar que los estudiantes encuentren lo que necesitan en el momento justo es una parte clave de mi trabajo», comenta.

En el ámbito universitario, donde el conocimiento es el motor, el trabajo de personas como Marcela Patiño es lo que garantiza que cada pieza encaje en su lugar. Su dedicación en el Centro de Documentación Electrilibro es una muestra del impacto que tiene el talento humano en la calidad educativa de la UTP.

Hoy, sigue dejando su huella en la universidad, demostrando que el éxito de cualquier institución educativa no solo depende de sus aulas y laboratorios, sino también del esfuerzo incansable de quienes trabajan tras bambalinas para hacer posible la formación de futuras generaciones.