Desde hace más de 18 años, Clara Inés Grueso Vanegas ha recorrido los senderos de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) con una convicción inquebrantable: formar ciudadanos críticos, comprometidos y conscientes de la realidad social. Su paso por la institución ha estado marcado por el liderazgo, la gestión académica y la apuesta por una educación transformadora que contribuya a la construcción de una sociedad más equitativa e inclusiva.



«Ha sido un camino de retos y satisfacciones, pero siempre con el objetivo de aportar a la educación y a la construcción de una sociedad más justa», señala la profesora, quien ha dedicado su vida a la academia con una visión clara de la enseñanza como un motor de cambio social.
Una trayectoria dedicada a la excelencia académica
El recorrido de Clara Inés en la UTP inició en el ámbito de la docencia, con participación en programas como Administración Ambiental y Español y Literatura. Con el tiempo, su labor se consolidó en la Escuela de Ciencias Sociales, donde asumió la responsabilidad de liderar procesos clave para el fortalecimiento académico de la universidad.
Uno de sus mayores logros ha sido la reforma curricular y la acreditación de alta calidad de la Licenciatura en Etnoeducación y Desarrollo Comunitario, un proceso que requirió un trabajo riguroso y articulado con diversas instancias académicas. «Ver cómo nuestros programas evolucionan y se fortalecen es un logro compartido con mis colegas y con el respaldo de la universidad», menciona con orgullo.
Su impacto también ha sido fundamental en la reapertura de la Licenciatura en Ciencias Sociales, un programa que este año celebrará con éxito su primera promoción de egresados. Este hito representa no solo un avance académico, sino también una apuesta por la formación de profesionales con una mirada crítica y una sólida base en el pensamiento social y humanístico.
Retos en la formación de nuevas generaciones
A lo largo de su trayectoria, la profesora ha enfrentado diversos desafíos, desde la adaptación a nuevas metodologías hasta la crisis educativa generada por la pandemia. Para ella, la enseñanza no puede estar desligada de la realidad social ni de los contextos de los estudiantes.
«La educación implica reconocer la diversidad de nuestros estudiantes, sus historias y sus trayectorias. Nuestra tarea es brindarles no solo conocimientos disciplinares, pedagógicos y didácticos, sino también herramientas para que ejerzan su labor profesional con pensamiento crítico y con respeto por los derechos ciudadanos», explica.
En su visión, la educación debe ser un proceso dinámico, capaz de dialogar con los cambios del país y del mundo. «No es fácil combinar docencia, investigación y extensión, pero es un deber académico y social. Si queremos formar profesionales con impacto, debemos ofrecerles una educación que dialogue con la realidad», enfatiza.
El legado de una educadora comprometida
Para Clara Inés Grueso Vanegas, su mayor satisfacción es ver los frutos del esfuerzo colectivo. «Las mayores alegrías han sido la renovación de programas, la apertura de nuevas licenciaturas y, sobre todo, el éxito de nuestros estudiantes», comenta con emoción.
Su labor ha sido reconocida por la rectoría y la vicerrectoría académica, y el respaldo institucional ha sido clave en cada uno de los procesos que ha liderado. Sin embargo, más allá de los reconocimientos, su mayor recompensa es el impacto que ha logrado en la formación de nuevas generaciones.
El futuro se presenta con nuevos retos, pero Clara Inés tiene clara su misión: seguir construyendo educación con propósito y compromiso social.