La Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Tecnológica de Pereira celebra con orgullo la graduación de Johan Felipe García Orozco, ahora egresado de la Licenciatura en Tecnología. El Salón Risaralda de Expofuturo se llenó de emociones, donde sonrisas, lágrimas y abrazos reflejaban el esfuerzo de años. Con toga y birrete, Johan Felipe vestía con orgullo su logro académico mientras rememoraba el inicio de su camino universitario.

“Mi llegada a la UTP es algo singular”, recuerda con una sonrisa nostálgica. “No pensaba entrar en esta carrera, pero un amigo me la mencionó y pensé: ‘¿Por qué no? Vamos a intentarlo’. Siempre me ha gustado la tecnología, así que decidí probar, y me encantó totalmente”.

Lo que comenzó como una elección impulsiva se convirtió en una verdadera vocación. Cinco años después, Johan Felipe no solo encontró una pasión, sino un propósito claro: enseñar.

“Me di cuenta de que la docencia es lo mío. Es importante que me guste lo que voy a ejercer, y ahora sé que quiero ser maestro”, afirma con convicción.

Un camino acompañado

Cada logro tiene detrás una red de apoyo, y en el caso de Johan Felipe, su familia fue el pilar fundamental.

“Mi abuela materna fue clave. Siempre estuvo ahí, preparándome el desayuno, el almuerzo. Y mis papás, aunque no estuvieron en el país, su apoyo fue incondicional. Nunca me dejaron solo en ninguna adversidad ni en mis logros”.

Su abuela paterna también tuvo un papel especial en su formación.

“Ella estaba ahí cuando tenía que ir a algún lado lejano, siempre pendiente de mí”, dice con gratitud.

Pero el camino no solo fue acompañado por su familia. Su hermana menor, inspirada por él, decidió seguir sus pasos.

“Ella está en sexto o séptimo semestre de la misma carrera. Cuando vio lo que yo estudiaba, le llamó la atención y decidió intentarlo. Ahora está viendo cómo le va”.

Más allá del aula: el valor de la amistad

Los años en la UTP no solo le dejaron conocimientos, sino también relaciones que hicieron el camino más llevadero.

“Lo mejor de la universidad han sido los amigos. Son un pilar fundamental. Entre todos nos potenciamos, nos ayudamos, enfrentamos tareas difíciles y encontramos soluciones. La amistad hace que el camino sea más fácil”, comenta con emoción.

Las madrugadas estudiando, los retos académicos y las risas en los pasillos crearon lazos que, más allá de la graduación, seguirán marcando su vida.

El futuro en sus manos

Con el diploma en sus manos y un futuro por construir, Johan Felipe tiene claro su próximo objetivo.

“Quiero hacer una maestría. Me gustaría ejercer la docencia, pero lo principal es seguir formándome para tener una mejor preparación académica”.

Mientras su nombre resonaba en el auditorio y avanzaba por el escenario para recibir su diploma, una ovación lo acompañó. En el público, su familia y amigos celebraban con orgullo el momento en que aquel joven que llegó a la UTP por curiosidad se convertía en un profesional con vocación y sueños por cumplir.

Así, en cada graduación de la UTP, historias como la de Johan Felipe cobran vida. Historias de esfuerzo, de decisiones inesperadas y de caminos que, sin planearlo, terminan definiendo un destino.