Stefania Gallego Duque, médica veterinaria zootecnista, nunca imaginó que una maestría en Desarrollo Agroindustrial le permitiría hacer historia con uno de los primeros estudios sobre la capacidad antimicrobiana de la miel de abejas nativas en el Eje Cafetero. Lo que empezó como un camino profesional claro hacia el cuidado animal, pronto se convirtió en un proyecto de investigación pionero y una experiencia marcada por la resiliencia.

Graduada hace cinco años de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), donde fue beneficiaria de la beca Jorge Roa Martínez, Stefania decidió regresar a su alma máter para avanzar en su formación, donde la concluye con éxito en 2024. “Mi vida laboral va muy encaminada hacia la agroindustria. Trabajo en el sector público y me permitió aumentar mis conocimientos y mejorar a nivel de experiencias para tener mayores capacidades en mi desempeño”, explicó.

Su decisión coincidió con un momento desafiante: la pandemia. Inició la maestría en el segundo semestre de 2020, cuando el mundo aún estaba confinado. Las clases virtuales fueron la única opción durante los primeros meses y, aunque algunos cursos lograron alternarse entre lo presencial y lo remoto, las prácticas y el trabajo de campo, esenciales en este programa, quedaron pausados. 

“La tesis sí o sí necesitaba laboratorio y no teníamos acceso. A pesar de ello, seguimos adelante con las clases, los profesores fueron de mucha ayuda. En tercero y cuarto semestre empezamos a salir a hacer las prácticas que no pudimos ver en los dos primeros semestres y a partir de allí, empezamos el proceso del trabajo de grado, por eso me demoré dos años más realizando la tesis”, recordó. 

Una investigación pionera

La investigación de Stefania se centró en un recurso vital pero poco estudiado: la miel de abejas nativas y sus propiedades antimicrobianas. “Somos el primer estudio en el Eje Cafetero realizado en este tipo de abejas nativas, son abejas que están ganando mucho reconocimiento porque son propias de nuestra región y su cuidado es fundamental. Sabemos que las abejas están en peligro de extinción y sin ellas no podríamos vivir: polinizan el 80% de los alimentos que consumimos”, afirmó. 

El camino no fue fácil. Ante la falta de estudios en Colombia, Stefania tuvo que apoyarse en investigaciones realizadas en países como México y Uruguay para estructurar su trabajo, adaptando cada conclusión al contexto local. Con el apoyo de su directora de tesis, la doctora Lida, actual directora del programa de Medicina Veterinaria, y tras dos años adicionales de recolección de muestras en campo y trabajo en laboratorio, logró culminar su investigación.

“Estoy muy orgullosa porque logré aportar a los meliponicultores mucho conocimiento y apoyo para que sigan con todos sus proyectos y adelante con sus actividades pecuarias porque de eso viven. Es uno de los pocos trabajos que se hacen en esta especie”, explicó Stefania, quien destacó el respaldo constante de los programas de Medicina Veterinaria y Desarrollo Agroindustrial.

Un logro personal y profesional

El día de su grado fue más que una ceremonia: fue el cierre de un ciclo lleno de desafíos y aprendizajes. Stefania estuvo acompañada por su esposo, su madre, su cuñada y su hermano, quien viajó desde España especialmente para celebrar este logro. “Siempre han sido mi apoyo cuando las cosas se ponían difíciles. Estudiar no es fácil, pero es el logro más bonito que uno puede alcanzar”.

Así mismo, destacó el impacto que tuvo la maestría en su carrera profesional: “El pregrado fue magnífico, es lo más importante para todos los jóvenes, pero graduarme de maestría me ha llenado de más fuerza y motivación que realmente no es fácil pero cuando se logra es muy satisfactorio”. 

Un mensaje a quienes sueñan con seguir estudiando

Stefania es enfática en su recomendación a otros profesionales: “Siempre debemos superarnos cada día. Estudiar un posgrado no solo nos permite adquirir nuevos conocimientos, sino crecer a nivel laboral y personal”. Para ella, las limitaciones económicas no deberían frenar a nadie. “Yo fui becada y sé que hay muchas opciones: becas, facilidades de pago, oportunidades. Lo importante es tener ganas, porque cuando uno tiene ganas, sale todo”.

Ahora, con la mirada puesta en un doctorado, Stefania Gallego Duque se proyecta como una profesional que, desde la investigación y el trabajo público, seguirá contribuyendo al desarrollo de la agroindustria local y a la conservación de las abejas, piezas fundamentales en la cadena alimentaria global. 

“El conocimiento tiene todo que ver conmigo”, concluye con la misma pasión que ha marcado su trayectoria.