La Orquesta Son de la 99, un colectivo musical nacido en la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), es el resultado de la sinergia entre estudiantes y docentes de la Escuela de Música de la Facultad de Bellas Artes y Humanidades. Lo que comenzó como un proyecto académico para la asignatura Ritmos y Cultura Latinoamericana, se ha convertido en una agrupación que busca perdurar como un referente musical y cultural dentro y fuera de la institución.
El inicio de un sueño colectivo
La historia de la orquesta inició a principios del año, cuando el docente encargado de la clase propuso a los estudiantes desarrollar una propuesta musical como parte de su evaluación final. Fue entonces cuando Juan Manuel Caicedo, un joven caleño lleno de energía, pasión por la música y amor por la salsa, propuso formar una orquesta como una estrategia para obtener una buena calificación.
Lo que parecía ser un proyecto temporal superó las expectativas. La emoción y el entusiasmo del grupo, liderados por Caicedo, motivaron a sus integrantes a mantener viva la iniciativa. «No queríamos que quedara solo en una nota académica, sabíamos que teníamos algo especial que podíamos llevar mucho más lejos», comenta Juan Manuel.
Un camino impulsado por el apoyo institucional
El proyecto no tardó en escalar, gracias al respaldo de los docentes de la Escuela de Música y al apoyo de la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario. Con varias jornadas de ensayo y ajustes organizacionales, la orquesta fue ganando forma, destacándose no solo por la calidad musical de sus integrantes, sino también por su compromiso y pasión.
Sus primeras presentaciones tuvieron lugar en escenarios internos de la universidad, donde rápidamente se ganaron el reconocimiento del público y de figuras clave de la UTP. Con el tiempo, la orquesta fue invitada a acompañar actividades institucionales y a presentarse en escenarios externos, tanto públicos como privados.
Un sonido auténtico y con propósito
La Orquesta Son de la 99 está compuesta actualmente por 13 músicos, entre voces masculinas y femeninas, quienes mantienen un formato tradicional de salsa. Aunque los ritmos salseros son su fuerte, su repertorio incluye otras melodías alegres del folclor colombiano, lo que refleja su versatilidad y conexión con las raíces culturales del país.
Juan Manuel destaca la dedicación de sus compañeros: «La calidad musical que hemos alcanzado se debe a su compromiso y disciplina. Cada uno de ellos pone su corazón en esto, y lo más importante es que hay humildad; nadie se cree más que el otro».
Un proyecto con visión a largo plazo
El crecimiento de la orquesta ha sido tal que su impacto trasciende lo artístico. Con el respaldo de la Facultad de Bellas Artes y Humanidades, se creó el Semillero Musical Son de la 99, una iniciativa que le da un componente investigativo al trabajo musical de la orquesta. Esto no solo asegura la continuidad del proyecto, sino que también fortalece el aprendizaje y la producción académica en torno a la música.
Juan Manuel Caicedo, quien dirige tanto la orquesta como el semillero, tiene grandes aspiraciones. Sueña con llevar a Son de la 99 a escenarios regionales y nacionales de alto nivel, posicionándola como un símbolo de la Universidad Tecnológica de Pereira. «Queremos que nuestra música sea un motivo de orgullo para la UTP, que se nos reconozca no solo por lo que hacemos en el aula, sino también por lo que llevamos al público a través de nuestras canciones», afirma el director.
Un legado en construcción
La Orquesta Son de la 99 no es solo un proyecto musical, es un ejemplo de cómo la creatividad, el trabajo en equipo y el apoyo institucional pueden transformar una idea académica en un movimiento cultural de impacto. Su evolución constante y la visión de sus integrantes aseguran que este sueño musical perdure en el tiempo, convirtiéndose en un referente cultural que resonará por generaciones.
La UTP, a través de esta iniciativa, reafirma su compromiso con la promoción del arte, la cultura y el talento de sus estudiantes, demostrando que la universidad no solo forma profesionales, sino también creadores de cambio y embajadores culturales.?