Un innovador proyecto resultado de la colaboración entre la Universidad Tecnológica de Pereira y la Clínica Comfamiliar marca un nuevo hito en el campo de la salud en el Eje Cafetero: la apertura del laboratorio de análisis de marcha. Este espacio se especializa en brindar diagnósticos precisos a personas con alteraciones neuromusculares que afectan su movimiento, respondiendo a una necesidad histórica en la región.

Laura Sandoval
Laura Sandoval

Una idea que nació de una necesidad regional

El laboratorio surgió de la identificación de una problemática recurrente en la región: “no había ninguna institución en el Eje Cafetero que prestara el servicio de análisis de marcha. Los pacientes debían viajar hasta Bogotá para acceder a este servicio especializado”, explicó Alejandra Díaz, fisioterapeuta vinculada al proyecto, quien cuenta con experiencia en trabajar con pacientes que padecen enfermedades neurológicas. Este panorama motivó a Comfamiliar a desarrollar una iniciativa que integrará tecnología, investigación y atención clínica para responder a las necesidades de los pacientes locales.

El laboratorio, cuyo diseño y operación tomó cerca de tres años, cuenta con equipos de última generación para realizar análisis cinéticos y cinemáticos de la marcha. Además, combina componentes funcionales y metabólicos, como pruebas de resistencia de seis minutos y evaluaciones físicas detalladas.

Colaboración interdisciplinaria e internacional

El proyecto involucró a múltiples instituciones y profesionales. Jonnatan Arias García, ingeniero electricista, magíster y actual estudiante del Doctorado de Ingeniería de la UTP, quien además pertenece al Grupo de Investigación de Automática de la UTP, destacó la participación de entidades como la Universidad Nacional de Colombia, el Hospital Pablo Tobón Uribe y la Universidad de Manchester, entre otras entidades que aportaron conocimientos técnicos y metodológicos, “este esfuerzo conjunto nos permitió desarrollar un sistema automatizado para evaluar la marcha y apoyar el diagnóstico clínico, orientado a mejorar los tratamientos y desenlaces clínicos”, afirmó.

La UTP desde su Grupo de Investigación en Automática de la Facultad de Ingenierías, aportó su experiencia en ingeniería, diseñando sistemas basados en inteligencia artificial para procesar datos médicos y generar información útil para los especialistas “logramos integrar la biomecánica y la neurociencia en un solo sistema, brindando herramientas más precisas para la toma de decisiones clínicas”, explicó Arias.

Desafíos superados y un futuro prometedor

Entre los principales retos del proyecto estuvieron la calibración de equipos, la citación de pacientes y la adaptación de metodologías para trabajar con niños, “fue un proceso desafiante, pero gratificante. Cada esfuerzo valía la pena al saber que estamos mejorando la calidad de vida de los pacientes”, indicó el ingeniero Arias.

Actualmente, el laboratorio se centra en atender a niños con alteraciones en la marcha, pero se proyecta ampliar su alcance a otras poblaciones y tipos de movimiento, incluyendo atletas de las escuelas deportivas de Comfamiliar o deportistas de la región, “queremos ofrecer un servicio más completo y seguir innovando para atender una mayor variedad de condiciones y de población”, puntualizó Díaz.

Por su parte Alejandra Díaz resalta que este espacio también permitirá integrar la academia, la investigación y la salud, “este laboratorio no solo busca apoyar a pacientes con problemas de movilidad, sino también convertirse en un espacio para que los estudiantes de la universidad puedan realizar investigaciones aplicadas… Es un puente entre la teoría y la práctica que beneficia a toda la comunidad”.

Con esta inauguración, el laboratorio de análisis de marcha no solo mejora el acceso a servicios de salud especializados en la región, sino que también posiciona a la UTP y a Comfamiliar como referentes en innovación y colaboración interdisciplinaria en pro del bienestar de la comunidad.