En un ambiente cargado de orgullo y significado, el Programa de Atención Prehospitalaria de la Facultad de Ciencias de la Salud celebró recientemente un evento emblemático: la entrega de la Estrella de la Vida. Este símbolo, reconocido internacionalmente en los organismos de socorro, fue adoptado por el programa como un distintivo que marca un hito en la formación de sus estudiantes.
Sandra Milena Bedoya Gaviria, directora del programa, explicó: “La estrella de la vida es un reconocimiento que otorgamos a los estudiantes de segundo semestre que han completado una etapa crucial en su preparación y están listos para enfrentar nuevos desafíos como primeros respondientes”. Este distintivo, que se lleva en el lado derecho del brazo, no Es solo un emblema, sino también un compromiso con la comunidad y una muestra de la excelencia académica alcanzada.
El camino hacia este logro está lleno de aprendizajes y experiencias prácticas que preparan a los estudiantes para responder ante emergencias y desastres. Desde el primer semestre, con la cátedra de Fundamentos en Atención Prehospitalaria (APH), los estudiantes desarrollan habilidades en primeros auxilios y asistencia inicial. En el segundo semestre, el enfoque se intensifica con la asignatura de Primera Respuesta en Emergencias, donde adquieren competencias en trauma prehospitalario y enfrentan escenarios reales en campamentos y actividades comunitarias.
“Ellos llevan su conocimiento a las comunidades, convirtiéndose en docentes para estudiantes de colegios y otros grupos, lo que hace de esta experiencia algo muy significativo y enriquecedor”, añadió Bedoya. Este enfoque práctico, combinado con una sólida formación en anatomía, fisiología, psicología y otras áreas fundamentales, consolida su preparación para actuar como primeros respondientes.
El evento contó con la presencia del doctor Giovanni García, decano de la facultad, y de docentes clave como Joana Méndez, Andrés Dawa y Susana Franco, quienes han sido pilares en el desarrollo del programa. Durante la ceremonia, alrededor de 40 estudiantes recibieron con orgullo la Estrella de la Vida, marcando el inicio de una nueva etapa en su formación.
Este logro no solo destaca el esfuerzo de los estudiantes, sino también el compromiso del programa por formar profesionales capacitados para enfrentar situaciones críticas. Al concluir la jornada, Bedoya expresó: “Estamos en celebración. Este es un momento para honrar el esfuerzo de los estudiantes y el trabajo conjunto de todos quienes hacen parte de este programa”.
Con este distintivo en sus brazos, los nuevos portadores de la Estrella de la Vida se suman a una tradición de servicio y dedicación que resalta el valor de la atención prehospitalaria como un pilar esencial en la salud pública.