El Semillero de Neuroinformática e Inteligencia Artificial SNEIA de la Facultad de Ingenierías de la Universidad Tecnológica de Pereira ha trazado un camino de innovación y compromiso académico desde su creación en el año 2021. Desde entonces, SNEIA se ha posicionado como un espacio de crecimiento interdisciplinario, donde la neurociencia, la inteligencia artificial y la neurorehabilitación cognitiva son sus ejes temáticos.

Laura Sandoval
Laura Sandoval

Jorge Rivera, docente tutor del semillero en Neuroinformática e Inteligencia Artificial, menciona que «el semillero se ha convertido en una comunidad de apoyo que trasciende lo académico», es un lugar que cuenta actualmente con 30 a 35 estudiantes el cual surgió gracias a la necesidad detectada en la pandemia, sobre crear un espacio en el que los estudiantes pudieran desarrollar sus habilidades informáticas y, a su vez, fortalecer su comprensión en neurociencia e inteligencia artificial, “fue bastante particular. Empezamos como un grupo informal, pero luego, con el respaldo del decano, Alexander Molina, nos formalizamos y estructuramos como un semillero”, recuerda el profesor.

SNEIA ofrece sesiones semanales que combinan teoría y práctica, alternando entre formación académica y proyectos aplicados. Los jueves se dedican a la teoría, mientras que los viernes los estudiantes trabajan en proyectos grupales, aplicando los conocimientos adquiridos. Según Rivera, esta estructura permite que los estudiantes fortalezcan su comprensión y encuentren en el semillero un “sitio de apoyo personal y académico”.

“El semillero SNEIA se caracteriza por su enfoque interdisciplinario, integrando estudiantes y profesionales de diversas áreas para enriquecer el aprendizaje y los resultados de investigación”, comentó el docente, además, resaltó que actualmente trabajan de la mano con otros semilleros en especial de la Facultad de Salud, “esto nos permite abordar temas desde múltiples perspectivas y desarrollar soluciones más completas y efectivas. Trabajamos especialmente en el área de neurociencias, centrándonos en la salud mental y el funcionamiento cerebral. Este enfoque no solo busca entender mejor el cerebro, sino también contribuir al bienestar de las personas, una sinergia que consideramos clave para enfrentar los desafíos actuales de salud mental con una visión amplia y compartida,” explicó Rivera, resaltando cómo esta interacción entre disciplinas potencia el conocimiento y la innovación en cada proyecto.

Por su parte la docente Michelle Guevara, antigua estudiante tutora del semillero, ahora acompaña este espacio desde su rol como docente catedrática; ella destaca la importancia de SNEIA en su crecimiento profesional, “fue muy lindo ver cómo el semillero me ayudó a desarrollar habilidades blandas. Aprendí a trabajar en equipo y a enseñar a otros, lo que ha sido fundamental ahora que soy profesora”. Michelle ingresó al semillero durante la pandemia, en sexto semestre, y asegura que durante esta época “la salud mental y la inteligencia artificial se convirtieron en temas claves, y fue allí cuando formalizamos nuestras reuniones de estudio en un semillero”.

Además, la docente Guevara comparte que su experiencia en este grupo ha sido profundamente enriquecedora, tanto a nivel académico como personal, “formar parte de un semillero como SNEIA me ha permitido aplicar lo aprendido en clase a contextos reales y, además, aprender de otras disciplinas que complementan mi formación», explica Michelle. Para ella, este semillero no sólo representa un espacio de investigación, sino una comunidad de aprendizaje en la que el trabajo en equipo y la colaboración multidisciplinaria son esenciales.

Lo que hace diferente a SNEIA, según Michelle, es su enfoque integral y su compromiso con temas innovadores y relevantes. Ella señala que el semillero no sólo se centra en el aprendizaje técnico, sino que también valora profundamente el bienestar emocional y la salud mental, aspectos esenciales en el contexto actual “en SNEIA, los proyectos buscan respuestas no solo desde la perspectiva científica, sino también desde el impacto social. Queremos comprender cómo las tecnologías influyen en nuestras emociones y conductas, y cómo la neurociencia puede ayudarnos a mejorar la calidad de vida. Esa combinación única de enfoque técnico y humano es lo que realmente destaca al semillero y nos motiva a seguir profundizando en estas áreas», menciona.

A lo largo de estos años, SNEIA ha participado en numerosos eventos, como el Encuentro Regional de Semilleros, la Semana del Cerebro, y proyectos de apropiación social del conocimiento, donde han contado con invitados y expertos en ciencia de datos y neurociencia.

Con miras al futuro, el profesor Rivera enfatiza la meta de consolidar el semillero en el ámbito de la neurorehabilitación cognitiva, un área de creciente relevancia dado el envejecimiento de la población y las necesidades de salud mental de la región, “queremos ser un referente local y regional en neuroinformática e inteligencia artificial para el 2025”, señala Rivera, anticipando que este objetivo se logrará gracias al compromiso y crecimiento de los estudiantes que han dado vida al proyecto.