La Universidad Tecnológica de Pereira realizó un estudio para monitorear la asignación de cupos especiales en sus programas académicos, como se define en los artículos 17 y 18 del reglamento estudiantil, que están destinados a fortalecer la inclusión de comunidades indígenas, afrodescendientes, reinsertados por procesos de paz, desplazados por la violencia y deportistas de alto rendimiento, como también estudiantes de los municipios de Risaralda diferentes de Pereira y Dosquebradas.
En detalle, se asignan diecisiete cupos en cada uno de los 31 programas de oferta tradicional (doce cupos para los municipios de Risaralda, y se reservan cinco cupos para las comunidades antes mencionadas). Este análisis, dirigido por la Vicerrectoría Académica y apoyado por la Oficina de Planeación, examinó cómo han sido utilizados en términos de oferta y demanda de estudiantes.
En el primer semestre de 2024, la UTP reservó el 25.87% (476 cupos) para estos grupos especiales en los diferentes programas académicos. Durante el proceso de admisión para el primer semestre de 2024, se recibieron solicitudes de 6901 aspirantes para estos programas, de los cuales el 18.45% pertenecía a alguno de los grupos de régimen especial. De los nuevos estudiantes admitidos y matriculados, el 18.63% ingresó bajo este mecanismo especial. Esto brinda una oportunidad significativa para que más miembros de las comunidades beneficiarias aspiren a los programas donde no se usan completamente los cupos reservados
La universidad también ha buscado optimizar el uso de estos cupos especiales, así si un estudiante califica para ingresar por régimen general a pesar de haber aplicado por un cupo especial, se le admite por el régimen general, liberando el cupo para otro candidato. Esto resultó en la admisión de 58 estudiantes adicionales de comunidades especiales y del resto de Risaralda.
Este análisis subraya la importancia de los cupos especiales como un mecanismo esencial para promover la diversidad y la inclusión dentro de la institución. A pesar de los esfuerzos por optimizar su uso, todavía existe un margen considerable para mejorar la participación de las comunidades designadas.
La universidad continúa comprometida con las políticas de admisión, asegurando que más estudiantes de las comunidades beneficiarias aprovechen las oportunidades educativas ofrecidas. Al hacerlo, la UTP no solo cumple con su mandato de inclusión social, sino que también enriquece el entorno académico para todos sus miembros.