Mario de Jesús Hoyos, es un destacado egresado de la Facultad de Mecánica Aplicada ha dedicado gran parte de su vida a la formación académica y al desarrollo industrial en Colombia. En una entrevista realizada por la facultad, Hoyos compartió una mirada íntima a su paso por la universidad y su trayectoria profesional, marcada por su compromiso con la enseñanza, la investigación y el avance tecnológico.

Sergio Cabrera

Nacido en la década de 1940, Hoyos ingresó a la universidad en 1963 y se graduó en 1967. Aunque no completó su tesis en ese momento, se lanzó al mundo industrial, donde se convirtió en un ingeniero versátil y un académico comprometido. Eventualmente, regresó a la universidad para ocupar roles como profesor, decano e investigador, destacándose en áreas como mecánica de sólidos, automatización y sistemas de control.

Hoyos recuerda cómo la universidad de los años 60 carecía de muchas de las tecnologías actuales, pero también destaca el esfuerzo por adaptarse a los avances de la época, especialmente en áreas como la termodinámica y la automatización. Los estudiantes realizaban cálculos manuales y utilizaban máquinas de escribir, lo que contrastaba enormemente con el entorno tecnológico contemporáneo. A pesar de estas limitaciones, la universidad apostaba por la experiencia práctica, organizando visitas industriales y fomentando el aprendizaje mediante talleres y laboratorios bien equipados.

A lo largo de su carrera, Hoyos obtuvo títulos avanzados en Estados Unidos e Inglaterra, lo que le permitió ampliar sus conocimientos en automatización y sistemas hidráulicos. En su relato, destaca la importancia de mantenerse actualizado frente a los rápidos avances tecnológicos, un aspecto clave que, según él, ha permitido a la universidad continuar siendo un referente en el ámbito de la ingeniería.

Hoyos también compartió reflexiones sobre el futuro de la ingeniería en un mundo donde la automatización y la inteligencia artificial están transformando las industrias. Aunque reconoce el potencial de estas tecnologías, expresa su preocupación por el impacto en el empleo y aboga por un «salario integral» que proteja a los trabajadores frente a los cambios drásticos en la economía global.

En sus palabras, la ingeniería no se trata solo de diseñar máquinas o sistemas; también requiere habilidades blandas como la planificación, la gestión de personas y la organización de recursos. Estas competencias, sumadas a la creatividad humana, seguirán siendo esenciales para los ingenieros del futuro.

Con más de cinco décadas de experiencia, Mario de Jesús Hoyos es un testimonio viviente del poder del conocimiento, la disciplina y el compromiso con la educación. Sus logros y su influencia en el campo de la ingeniería continúan inspirando a las nuevas generaciones de estudiantes, quienes ven en él un ejemplo de perseverancia y dedicación.