La Universidad Tecnológica de Pereira ha lanzado una ambiciosa estrategia enfocada en la salud mental de sus funcionarios y colaboradores, con el fin de enfrentar uno de los problemas más graves que afectan a las organizaciones a nivel mundial: el estrés laboral. Jairo Ordilio Torres jefe del área de Gestión del Talento Humano, destaca que esta iniciativa surge a partir de varios insumos recogidos en la universidad, tales como la medición de la batería de riesgos psicosociales, el clima organizacional, el análisis del ausentismo y las consultas realizadas al médico laboral y a la psicóloga. Estos elementos han permitido diagnosticar y definir estrategias específicas para abordar la salud mental en la institución.
La estrategia se organiza en tres niveles de intervención. En primer lugar, la intervención universal, que implementa medidas generales como talleres para gestionar el estrés y el riesgo psicosocial. Estas acciones buscan proporcionar herramientas de afrontamiento a los colaboradores. Un segundo nivel es la intervención selectiva, que se enfoca en grupos focales y situaciones más específicas, trabajando temas como la higiene del sueño y el manejo de emociones. Finalmente, el tercer nivel es la intervención indicada, en la que se brinda acompañamiento personalizado a colaboradores con situaciones que podrían elevar los niveles de estrés o generar ansiedad.
Jairo Ordilio enfatiza que esta estrategia es responsabilidad de toda la comunidad universitaria, desde los jefes hasta cada uno de los trabajadores. El objetivo es prevenir el ciclo negativo que lleva al ausentismo, la desconexión y la rotación, factores que afectan la productividad de la organización. En este contexto, la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario también juega un papel crucial, ofreciendo factores protectores como el club de la salud, las piscinas, el gimnasio y programas recreativos, entre otros.
Los resultados de estas iniciativas ya se evidencian en la percepción del clima organizacional, que alcanza un 90% de satisfacción, y en la medición de riesgos psicosociales, donde los factores de riesgo alto y muy alto están por debajo del 20%. Sin embargo, la UTP sigue comprometida con el fortalecimiento de estas estrategias, especialmente en la gestión del estrés, uno de los factores más prevalentes en la actualidad.