Sergio García, quien hoy se gradúa de Licenciatura en Educación Básica Primaria de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UTP, celebra un logro monumental en su vida académica y profesional. Desde muy joven, Sergio supo que su vocación estaba en la enseñanza, un sueño que ha acompañado cada paso de su trayectoria. Su pasión por educar y su deseo de servir a la comunidad se han manifestado en cada etapa de su formación, convirtiéndolo en un ejemplo de perseverancia y dedicación.

Laura Sandoval

El camino de Sergio no ha estado exento de desafíos. Inició su carrera universitaria en un contexto especialmente difícil: la pandemia. Durante este periodo, enfrentó la dolorosa pérdida de su padre, quien siempre fue su mayor motivador y apoyo “uno de los mayores desafíos que enfrenté fue perder a mi padre durante la pandemia. Él siempre me incentivó a seguir adelante» recuerda Sergio, visiblemente emocionado. Esta pérdida marcó profundamente su experiencia, pero también avivó su determinación de completar sus estudios y honrar la memoria de su padre.

El compromiso de Sergio con la educación y su deseo de hacer una diferencia no se limitaron a su tiempo en el aula. En su carrera, ha demostrado una dedicación ejemplar, culminando en representar a Colombia en la Asamblea Mundial de Juventudes, un evento internacional de gran prestigio que se celebrará del 16 al 18 de agosto “voy a intercambiar conocimientos con jóvenes de todo el mundo y hablar sobre la calidad de la educación» explica Sergio, entusiasmado por la posibilidad de contribuir al diálogo global sobre educación.

Para Sergio, la enseñanza siempre ha sido más que una carrera; es una vocación que ha sido una fuente constante de inspiración y satisfacción. «Siempre quise ser docente y sabía que mi lugar estaba en la educación. El haber ingresado a lo que verdaderamente amaba ha rendido muchos frutos», señala con orgullo. Su pasión por el servicio y la educación es evidente en cada palabra y en cada acción.

A pesar de las dificultades, Sergio nunca perdió de vista su objetivo. Su experiencia universitaria ha sido un viaje lleno de retos, pero también de grandes logros “mi consejo para los jóvenes es que nunca desistan. La universidad puede ser complicada, pero el esfuerzo y la perseverancia valen la pena» menciona. Su historia no solo es un testimonio de su resiliencia, sino también un reflejo de la capacidad de superar obstáculos y alcanzar metas significativas.

Hoy, Sergio García no solo celebra su graduación, sino también el inicio de un nuevo capítulo en su vida. Su compromiso con la educación y su futuro prometedor como representante internacional son un orgullo para la Universidad Tecnológica de Pereira y para su familia. Con una visión clara y una pasión inquebrantable, Sergio continúa soñando y trabajando por un futuro en el que la educación y el servicio a los demás sigan siendo el centro de su vida.