¡Recordar es vivir! Y por eso el rector (e) de la UTP Francisco Uribe y los vicerrectores en pleno trajeron a su memoria hoy, mientras entregaban los diplomas como nuevos profesionales a 654 jóvenes, ese día en el que culminaron su pregrado.
La emoción de ver a los estudiantes con sus familiares, sentir el orgullo de los padres mientras viven el hecho de que sus hijos se convierten en profesionales, compartir el triunfo al cambiar del lado izquierdo al lado derecho la borla del birrete removieron las emociones de toda la mesa directiva de la Universidad Tecnológica de Pereira.
El rector y los vicerrectores son profesionales intachables, pero además personas llenas de recuerdos, anhelos y emociones que quisieron compartir con nosotros.
La foto de mi grado me recuerda el día más feliz de mi mamá: rector
“Yo todavía conservo la fotografía donde mi mamá me acompañó a recibir mi grado a la mesa principal. Uno mira la foto hoy y la felicidad de mi mamá es absolutamente inolvidable. Ella estaba más feliz que yo” contó el ingeniero Francisco Uribe.
Entre otros recuerdos, el rector contó que, “lo que más recuerdo es que fue en el auditorio de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional en Medellín, que es un auditorio de 100 años, bastante simbólico. Me acompañaron mi mamá y mi tía preferida. Después del grado me fui para la casa donde vivía con mi madre y allá me llegaron cerca de 10 compañeros que se graduaron conmigo. No teníamos ni fiesta preparada, pero terminamos haciendo una de las reuniones más inolvidables de las que yo tenga memoria en mi vida. Sentía mucha nostalgia porque la Universidad es el mejor momento de la vida de uno porque uno puede estudiar y no tener más responsabilidades. Dejar la U fue muy duro porque yo vivía feliz allá, siempre estaba desde las 6 de la mañana hasta las 7 de la noche porque hacía uso del campus, de los escenarios deportivos e iba al galpón, porque allá también había un espacio así en el que nos reuníamos todos. Fue una etapa muy importante y alegre que me formó para la vida”.
Mis hijos fueron los invitados de honor a mi grado: vicerrectora de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario
“Cuando me gradué de ingeniera comercial de la Universidad Libre, hace más de 20 años., estaban presentes mis hijos Juan Diego y Esteban. Ellos tenían 5 y 3 años y me acompañaron a recibir ese diploma que fue un logro. Cinco años de carrera, mucho esfuerzo y la presencia de mis hijos al final de este logro. Ellos son parte significativa y fundamental de mi vida.
Además de recordar con la memoria, Diana Gómez recordó con el corazón, “fue una felicidad infinita, además porque también en ese momento estaban vivos mis padres y estaban allí acompañándome. La felicidad de uno como graduando es recibir ese diploma que es la representación del esfuerzo, y acompañarlo de la familia es trascendental”.
Mi grado fue triste pero sublime: Vicerrector Académico
Un paro estudiantil aplazó el grado de Wilson Arenas y este hecho, cambió por completo lo que sería ese día icónico de su vida.
“El año en que yo me graduaría hubo un paro. Yo era de los estudiantes que trabajaba y estudiaba y por eso me había demorado más del tiempo habitual para graduarme y mi familia tenía una gran expectativa de mi grado. Ese grado iba a ser en diciembre y se aplazó para marzo del siguiente año. Sin embargo, ese diciembre, el día 23, de manera intempestiva, murió mi madre a sus 45 años. Tuvo un infarto fulminante. Por esta razón el día de mi grado fue muy triste porque ese era su anhelo”, remembró el vicerrector.
Sin embargo, destacó que fue muy sublime, “ese día estuve con mi papá y mi hermano honrando la tarea que ella había hecho. Es un día en el que pensé y hoy lo ratifico, algo que nos pasa a los seres humanos es que somos felices y no nos damos cuenta. Hoy aplico esto cada momento de mi vida, me doy cuenta de que soy feliz”.