Antonio Flores, estudiante de la Universidad Tecnológica de Pereira, comparte su inspiradora historia de cómo encontró su verdadera vocación en la carrera de Tecnología en Producción Hortícola, después de iniciar sus estudios en Ingeniería de Manufactura. 

TATIANA-ANGEL-ILIAN

«Desde el principio, muchas personas me aconsejaron que estudiara lo que realmente me apasionara», recuerda José Antonio. A medida que exploraba sus opciones, descubrió la granja agrícola de la UTP, un lugar que le brindó una conexión profunda con sus raíces. «Vengo de una familia agrícola y aunque siempre me dijeron que me alejara del campo por ser duro y poco prometedor, me di cuenta de que lo que el campo necesita es tecnificación, ingeniería y ciencia.» 

La Tecnología en Producción Hortícola en la UTP le ofreció exactamente eso: un enfoque técnico y científico que no solo abarca la producción, sino también la comercialización y economía, articulando diversas ciencias para potenciar el campo. «En la granja agrícola, encontré un espacio que me llenó de satisfacción. «Siento un calor de familia y hogar con los profesores y compañeros», comenta José Antonio, que disfruta recorriendo los cultivos y aprendiendo de todos. 

Con dos cultivos bajo su cuidado, José Antonio dedica su tiempo a entender y mejorar no solo su parcela, sino también las de sus compañeros. «Me recorro toda la huerta, me interesa saber qué están haciendo los demás, cómo manejan sus cultivos. Me podría quedar aquí todo el día,» dice con entusiasmo. 

José tiene grandes planes para el futuro. Al finalizar el primer semestre, ya está pensando en centrarse en una línea que impulse la creación de industrias y fábricas hortícolas en la región, con un enfoque social que proporcione soberanía alimentaria y empleo. «El mensaje que quiero dar a quienes estén interesados en esta carrera es que se unan a nosotros. Juntos, con el apoyo de la universidad y nuestros equipos, podemos desarrollar grandes proyectos que impulsen el desarrollo agrícola y económico de la región.» 

Con historias como la de José Antonio Flores, la UTP sigue siendo un semillero de líderes que buscan transformar sus comunidades a través del conocimiento y la pasión por sus carreras.