En una entrevista exclusiva con Oscar Botero Mejía, el emprendedor detrás de Slow Food, nos sumergimos en el mundo de la alta calidad gastronómica que ofrece su emprendimiento. Slow Food se destaca por la producción y comercialización de conservas, embutidos y quesos maduros de primera calidad.
Con una amplia variedad de productos, desde quesos madurados, embutidos especiales y conservas de trucha ahumada, Slow Food se ha convertido en un referente de excelencia culinaria en la región.
La historia detrás de este emprendimiento es tan fascinante como sus productos. Oscar Botero Mejía, de formación veterinaria y zootecnista, se define a sí mismo como carpintero de corazón y cocinero de pasión. Tras cerrar su empresa de madera, decidió adentrarse en el mundo de la cocina y comenzar a vivir de manera «slow», dando origen así a Slow Food.
Aunque su experiencia en gastronomía era limitada al principio, con determinación y dedicación, Oscar y su equipo han perfeccionado sus técnicas de producción durante viajes a Europa, donde aprendieron los secretos de los embutidos y quesos artesanales. Hoy en día, Slow Food ofrece una gama de productos con recetas propias que son verdaderas obras maestras culinarias.
A pesar de ser un emprendimiento pequeño, Slow Food se destaca por su profesionalismo y actitud, transmitiendo la sensación de una multinacional. Su lema «seducir es todo un arte» refleja su compromiso con la calidad y la atención al detalle en cada paso del proceso.
Slow Food demuestra que el tamaño no define el éxito. Oscar Botero Mejía invita a todos los emprendedores a seguir su ejemplo, transmitiendo pasión y perseverancia a sus clientes, porque, como él mismo afirma, «el perseverante siempre alcanza».