En los pasillos de la facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad Tecnológica de Pereira, hay un rincón que late con un compromiso profundo por la preservación de nuestra historia, la comprensión del entorno y la promoción de una cultura de respeto hacia nuestro patrimonio. En este rincón se encuentra el Laboratorio de Ecología Histórica y Patrimonio Cultural adscrito al Grupo de Investigación en Cultura y Educación Ambiental.
Con más de 20 años de experiencia, el Grupo de Investigación en Cultura y Educación Ambiental se ha convertido en un faro en el vasto océano del conocimiento. Liderado por el profesor Carlos Eduardo López Castaño, antropólogo egresado de la Universidad Nacional de Bogotá, con doctorado en Temple University, en Filadelfia, Estados Unidos; el grupo ha desempeñado un papel fundamental en el estudio de las interacciones entre la cultura, el ambiente y el patrimonio de la región.
Son cuatro de las líneas de investigación que se manejan desde el grupo: Estudios Socioculturales y Problemática Ambiental, dirigida por el profesor León Felipe Cubillos; Comunicación Ambiental, dirigida por el profesor Carlos Alfonso Victoria y el apoyo del profesor Hugo López; Educación Ambiental, con el trabajo de grandes profesionales como el profesor Uriel Hernández y el maestro Guillermo Castaño Arcila y el Laboratorio de Ecología Histórica y Patrimonio Cultural, liderado por Carlos Eduardo López Castaño.
Este último ha permitido “explorar la historia de nuestro territorio desde la perspectiva del ser humano, descubriendo evidencias que datan de miles de años atrás… Nuestro objetivo es preservar este legado y compartirlo con las generaciones futuras, para que puedan comprender y valorar nuestra historia y nuestra identidad cultural», resaltó el docente López Castaño. Además, estableció que la finalidad del laboratorio es dar respuesta a pregunta cómo ¿desde hace cuánto está habitado Colombia o Risaralda? ¿Dónde vivieron los animales prehistóricos? ¿Cómo eran? ¿Por qué se extinguieron? ¿Cómo eran los paleo paisajes? Entre otras preguntas más.
El laboratorio se sumerge en investigaciones de larga duración que abarcan miles de años de historia, exploraciones que han dejado como resultado piezas de piedra encontradas en Hacienda Cuba que tienen hasta 10.670 años de antigüedad, así como fragmentos de cerámicas con 1.500 años A.P. e incluso restos óseos como el del Mastodonte de más de 12.000 años A.P. aproximadamente, encontrado en la vereda Mápura, en Irra, Quinchía. Todos estos hechos y gracias a la labor investigativa del laboratorio, ofrecen una ventana fascinante al pasado de nuestra región.
Pero, el grupo de investigación no solo se ha destacado por sus descubrimientos, sino también por su compromiso con la difusión del conocimiento. Con numerosas publicaciones en revistas académicas de renombre y colaboraciones con medios de comunicación, han llevado su investigación a un público más amplio. Además, su libro «Al Recio Empuje de los Titanes» es una contribución invaluable a la comprensión del patrimonio arqueológico de la región.
Tras décadas de exploración, investigación y hallazgos el profesor Carlos E. López C. compartió que anhela para el futuro del laboratorio, el grupo de investigación y la sociedad en sí, que «las autoridades efectivamente reconozcan la importancia de estos espacios para así trabajar en una sinergia, una suma institucional desde la parte académica, la parte científica y la parte de gestión administrativa», donde se puede reconocer la importancia de estos procesos, enfatizó López Castaño.
Con un legado de más de dos décadas, el Grupo de Investigación en Cultura y Educación Ambiental de la UTP seguirá trabajando para “no quedarse en un pasado romántico, sino darle vida y actualidad a nuestra historia” como su líder menciona.