Una de las conexiones más sinceras y auténticas que podemos conocer es la que se da entre humanos y caninos. Allí prima la lealtad, el afecto incondicional y la compañía sincera. Este es el caso de don Germán, Canelo y Mono.
Don Germán Agudelo, desde hace 19 años se desempeña en el área de metalistería y cerrajería en la Universidad Tecnológica de Pereira por medio de la empresa ASSERVI, pero dentro de su labor nunca imaginó que iba a ganar dos compañeros leales que lo seguirían a todo lugar.
Mono y Canelo, de siete y seis años respectivamente, son dos perritos que fueron abandonados cerca al edificio de Ciencias de la Salud, en la época donde recién iniciaba la pandemia del Covid -19. Los ‘monos’, como les suele llamar don Germán conectaron inmediatamente con este colaborador que cada que pasaba por su lado, les hablaba y los acariciaba.
A pesar de que son cientos los colaboradores que ingresan a diario a la institución, estos dos cachorros empezaron a seguir sólo don Germán por donde fuera que se desplazara dentro de la UTP. También cuenta como cuidó de Canelo en su casa después de haber sufrido un accidente en el que parecía haberse fracturado su cadera.
“Yo creo que los animales perciben la empatía que los humanos sienten hacia ellos. En mi casa por ejemplo, queremos mucho a todas las especies porque yo crecí en una finca y teníamos perros, gatos, un caballo y otros animales que siempre recibieron todo nuestro amor” expresó don Germán.
También, estos monos tienen el privilegio de recibir la mejor atención por los veterinarios que se forman en la institución. Medicamentos, esterilización y demás requerimientos que tengan estos peluditos de la UTP, son atendidos de manera oportuna y con todo el amor con el que ejercen estos futuros profesionales.
Aunque los peluditos no hablan nuestro idioma, cada mirada afectuosa, movimiento de cola, ladridos eufóricos, o lamidas hacia sus amos, demuestran que la comunicación va más allá de las palabras. Estos gestos son los que se viven a diario en los corredores de la institución cuando don Germán llega muy temprano y Canelo y Mono lo esperan ansiosos por iniciar un nuevo día para acompañarlo en su quehacer.
Convivir con una mascota garantiza un impacto positivo en la salud mental y emocional, pues según algunos estudios, la interacción con ellos ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la sensación de soledad. Por esto, la UTP demuestra un compromiso con el bienestar de los animales que comparten los pasillos con sus estudiantes, reflejando la responsabilidad social y fortaleciendo el vínculo entre la comunidad universitaria y sus compañeros peludos.