Un ambiente familiar que apoye y soporte a los jóvenes mientras cursan su ciclo universitario, sin duda amplía las posibilidades de un egreso seguro. Por eso este 1 de febrero, cuando se graduaron 219 estudiantes de la UTP, los padres fueron protagonistas.

Luz Mary Yepes Cardozo es una mujer humilde, que vive en Dosquebradas, y que hoy ‘no cabía en su vestido rojo’ de la felicidad por ver a su hijo Juan Esteban Orrego Yepes graduarse como tecnólogo en química. Ella es una de los cientos de padres de familia que hoy vivieron uno de los momentos más importantes de su vida que fue el de ver a sus hijos recibir el diploma, después de años de esfuerzos académicos y personales.

Para Luz Mary, “este día ha sido maravilloso, me siento muy contenta y feliz porque es lo mejor que un hijo le puede dar a los padres. Él fue muy juicioso y dedicado a su estudio. Es mi único hijo y ahora que se gradúa de la Universidad espero que siga adelante, ejerciendo su profesión, trabajando y si quiere seguir escalando, que lo haga, que siga estudiando, que siga superándose y ejerza su profesión”. Para ella la educación es fundamental porque garantiza que su hijo sea una persona de bien.

A su hijo le dijo hoy después de la ceremonia “que lo quiero mucho, lo amo y es la única razón de mi vida”.

Mientras tanto Juan Esteban, de 22 años, quien se ve físicamente como un joven de 15, manifestó sentir mucha felicidad por graduarse pero algo de tristeza por irse de la U, “para mí ha sido un trayecto en el que conocí a muchas personas, por eso hoy además de la felicidad siento nostalgia. La verdad uno no se proyecta hasta verse graduando, pero siempre estuvo en mis planes estudiar. A veces uno tiene que enfrentar adversidades complejas, principalmente en las asignaturas, uno puede sentir que no es capaz, que la carrera elegida no era la correcta porque una materia lo hace dudar a uno, pero al final uno puede salir adelante”.

Juan Esteban pensó en sus padres cuando recibió el diploma, sabía la ilusión que tenían de verlo graduarse y por eso les dedicó su triunfo y los invitó a acompañarlo para verlo triunfar en otros estudios y en la vida.

Para la UTP, la participación de la familia en el proceso formativo de los estudiantes es fundamental y por eso hoy los aplausos también son para todos los padres, madres, hermanos, esposas y esposos, novios y otros acompañantes que llegaron a ver triunfar a estos jóvenes.