Se comparte la propuesta del aspirante a la rectoría de la Universidad Tecnológica de Pereira Giovanni Arias.

Para mí, la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), es la joya de la corona, no solo de la ciudad, si no del departamento. Y es la joya de la corona por su historia, por su carácter público nacional, por el crecimiento, desarrollo y futuro que ha consolidado hasta hoy.

Considero que nos encontramos en un momento nacional sumamente complejo, donde la UTP tendrá un papel de gran relevancia en el territorio, pero donde se debe tener cuidado con las posturas que se tomen desde los altos niveles jerárquicos. Pues, un rector es quien tiene esa brújula y hace navegable ese mar. De ahí que, es imperante, que la universidad siga caracterizándose por el contraste de posturas, la confrontación de ideas y la preservación de su carácter autónomo y ampliamente diverso.

En este momento de la historia, un nuevo gobierno con alianzas de múltiples tipos, se ha hecho del gobierno nacional ¿Será que la UTP podrá conservar su autonomía, libertad o diversidad o, por el contrario, ya estarán esas alianzas esperando apoderarse de su historia? Las recientes elecciones lo demostraron y, han evidenciado que existe desconfianza conforme a las actuales formas de ejercer la llamada «gobernanza». Prueba de lo anterior, es que se fortaleció la distancia de los gobiernos municipales y departamentales, con respecto al gobierno nacional.

Esto no significa que las personas se encuentren alineadas y dominadas; simplemente vieron las consecuencias de mantener posturas radicales o activistas, propias de otros escenarios de opinión o legislativos y NO para ser llevados al campo de las decisiones de gobierno. Me preocupa que, en la UTP, se instalen los amiguismos «retaliativos» que, están afectando al gobierno nacional, los antiguos «odios de clase» por parte de «sectas» que inician cacerías de brujas por las facultades, las unidades administrativas, buscando efectuar cobros a quienes no los apoyaron.

No deseo que esto le suceda a la UTP. Miedo de quienes hablan de democracia, pero cuando llegan al control del gobierno académico, no las practican o, peor aún, las coartan, llevados por viejos dogmas. Para mí la UTP en los últimos años ha crecido en los ámbitos de la docencia, investigación, extensión, participación en la sociedad, por ello me pregunto: ¿Qué significa la expresión de una universidad en la calle? Me parece que ese es un reclamo de una universidad movilizada al servicio del gobierno o de una universidad SIN AUTONOMÍA.

La UTP históricamente ha estado en las calles; pero no toda. Existen casos lamentables a título de ejemplo, donde se pierde el norte y se terminan defendiendo, abiertamente, las banderas de un gobierno. Varias universidades de Latinoamérica, son ejemplo de cómo las universidades pierden su autonomía. Durante varios años de servicio y conocimiento en la Universidad Libre, respetamos la diversidad de pensamiento, incluso, los pensamientos más radicales y extremos, pero, cosa muy distinta es inscribirse en esos tipos de pensamiento.

La universidad y más la pública, debe promover los pensamientos diversos, claro está, sin caer en la aberración de un pensar grupal único, de quedar en manos de ilusiones que se han convertido en pesadillas. Mi aporte será convertirme en un rector, que lidere procesos de formación y no el camino hacia la auto- destrucción, la cual empieza con el fanatismo y el adoctrinamiento.

Instagram: @giovaniji

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