Dos jóvenes estudiantes de cuarto y noveno semestre de la Tecnología en Gestión del Turismo y Administración del Turismo Sostenible, se hicieron merecedores del reconocimiento nacional luego de participar con todo el apoyo de la Universidad en el evento más importante de la gastronomía en Colombia.

Tienen por vocación ser felices aplicando lo que están aprendiendo, y por eso, Leidy Díaz y Bryan Becerra están poniendo todo su empeño en la pasión que les genera la gastronomía y llevando a escenarios nacionales el talento que los acompaña.

Estos dos tesos UTP, acompañados por la docente Natalia Giraldo, quien lidera las cátedras de Laboratorio Gastronómico 1 y 2, y del área de Cocinas Tradicionales y por el director del programa de Turismo Sostenible, Juan Camilo Rivera, fueron los representantes de la Universidad en el Tercer Concurso Nacional De Escuelas Gastronómicas en el que quedamos en el primer lugar, y por consiguiente, dieron apertura al Congreso Gastronómico de Popayán, que es el evento del sector más importante de Colombia.

“Estamos felices porque nos trajimos el primer lugar en este concurso tan importante donde participaron diferentes escuelas gastronómicas de prestigio a nivel nacional y nuestra Universidad Tecnológica de Pereira y el Laboratorio Gastronómico Sostenible, obtuvimos el primer lugar en este concurso maravilloso. Estamos celebrando los 30 años de nuestra Facultad de Ciencias Ambientales y los 15 años de nuestro programa de Turismo Sostenible y qué mejor manera de hacerlo que haber ganado el Concurso Nacional de Escuelas de Gastronomía, pues éste es nuestro valor diferencial en la en la formación en turismo y cómo destacamos esas cocinas tradicionales en el turismo y resaltando la gastronomía de nuestro paisaje cultural Cafetero”.

Y es que no solamente se trata de rescatar la cultura ancestral y volverla de reconocimiento nacional, como se hizo con los dos platos ganadores que fueron llamados: Magia de Cacao y Texturas, Sabores y Colores de Mi Colombia, sino que además se trata de promover la integralidad en la formación, la articulación de esfuerzos y la felicidad de quienes participan del proceso, según lo destacó la docente líder, Natalia Giraldo, “realmente no solamente hace parte de una articulación desde las asignaturas, sino también de cómo somos una carrera, no de turismo exclusivamente, sino más bien una carrera que abre las puertas a los chicos a que encuentran sus pasiones en el sector turístico. Estos chicos están estudiando para ser tecnólogos y administradores de turismo sostenible, pero encuentran en ellos su pasión en la gastronomía y fue lo que hoy nos trajo aquí. Así que las asignaturas son esa guía, son ese espacio para que ellos creen, para que se apasionen por la cocina, pero también es un proceso voluntario e individual, es decir cada cual va creciendo y va forjando su camino sobre todo en este sector en la gastronomía, ya que nuestra formación no es únicamente en gastronomía, por el contrario, somos una carrera de turismo y la gastronomía hace parte de las asignaturas que ellos ven.

Por eso hablamos con los jóvenes protagonistas del triunfo.

A Leidy le preguntamos si este triunfo, articulado a su carrera, es un paso a la felicidad.

Leidy: Sí, esta carrera de verdad es un complemento genial para mi pasión que en este momento es la gastronomía, ya que por medio de ella quiero incentivar a las otras personas a que conozcan diferentes territorios y no solo la gastronomía, sino la cultura, las personas que la rodean y todas las personas que hacen parte de este territorio y que pueden conformar una comunidad.

A Bryan le preguntamos cómo fueron los platos que ganaron.

Bryan: Los dos platos que presentamos en el marco de este encuentro de escuelas gastronómicas fueron una interpretación de la cocina popular no solamente de la ciudad de Pereira, sino del paisaje cultural Cafetero, interpretando no sólo desde las comunidades, sino desde el territorio, desde todas estas cosas que componen la gastronomía y la cultura, entonces hicimos un proceso creativo alrededor de estas dos preparaciones. Fue una propuesta muy honesta, nada pretenciosa y con muchísimo valor cultural con muchísimo valor algo simbólico tal vez y que bueno creo que eso fue lo que ganó.

Teníamos dos preparaciones, una a base de café otra a base de cacao. La primera era una interpretación que hicimos de lo que comúnmente conocemos como ‘cuca’, esta galleta de panela con un poco de piña de Cerritos, con un poco de chontaduro porque el ‘cazado’ de café y chontaduro va muy bien, algo de guayaba arazá de la zona, también incluimos viche, porque pensamos que, si teníamos chontaduro, entonces por qué no viche que da un contraste chévere en cuanto a sabor y coherencia del plato y creo que funcionó de muy buena manera. El otro plato que teníamos, alcanzó un reto y fue el de incluir panceta, o lo que comúnmente llamamos chicharrón, en un postre y cómo hago que esa percepción de lo que es la grasa del chicharrón lo podamos poner en una propuesta diferente y al final lo hicimos muy bien, se logró un resultado muy satisfactorio y lo que se hizo simplemente fue mezclar chocolate, un poquito de cerdo, mucílago del cacao lo mezclamos con licor de cacao que fue una idea brillante podríamos decir porque fue ‘el plus’ del plato, teníamos en ese plato también tamarindo que daba muy buen contraste y creo que a los jurados le llamó mucho la atención eso, no solamente la preparación, sino también la narrativa que acompañaba esto y el sentido tan profundo que tenían los platos porque como te digo no es solamente lo que está ahí sino el trasfondo y quién está detrás de todo esto y cómo interpretamos eso.

Felicitaciones a nuestros jóvenes y docentes que son un nuevo #OrgulloUTP