Así quedó evidenciado luego del encuentro del directorio de la Red Latinoamericana de Bosques Modelo que tuvo lugar en la UTP y donde se reflexionó sobre la gobernanza de los paisajes sostenibles.

En este evento en el que confluyeron representantes de más de 10 países, se habló de la gobernanza entendida como los acuerdos a los que se puede llegar para vivir y usar un territorio de manera sostenible.

Fueron diversas conferencias con invitados internacionales, a través de las cuales se llegó a evidenciar cómo, en los países de América Latina, en los bosques modelo, se están articulando los actores y aliados dentro del territorio denominado Bosque Modelo para el mundo, que son 34 actualmente en el mundo, 14 en América Latina, y uno de ellos es Risaralda.

Recordemos que la Universidad Tecnológica de Pereira lidera el proceso de Bosque Modelo Risaralda que desde hace 12 años es una alianza de entidades que ha sido proactiva y se nutre de proyectos que ayudan a la gestión sostenible y restauración de nuestros ecosistemas.

Al respecto de la necesidad de trabajo articulado y de sostenibilidad económica y ambiental de los bosques y sus habitantes, en Campus Informa conversamos con Roger Villalobos, presidente de la Red Latinoamericana de Bosques Modelo.

PERIODISTA: ¿Qué es la Red y cuál es su propósito principal?

ROGER: Nosotros somos una red internacional y eso es muy complejo porque el trabajo en red conlleva un intercambio permanente de conocimientos, de experiencias y una búsqueda permanente de oportunidades de trabajo conjunto, y cuando estás a nivel Latinoamericano es un reto grande tener esa comunicación permanente, tomando en cuenta que al final si piensas en las personas que participan en la gobernanza, en los líderes y lideresas, estás hablando de cientos de personas, pero además, cuando hablas de las personas que viven en los territorios de incidencia, estás hablando de millones de personas. Este contacto presencial que estamos teniendo en Pereira, nos renueva como comunidad, como familia que somos. Hemos tenido la oportunidad de tener encuentros de este tipo en todos los países de la Red y en el caso de Risaralda es la segunda vez que estamos aquí en una reunión de directorio, y es un espacio acogedor y especial que nos brinda esta oportunidad de renovarnos en nuestra relación entre las personas que integran esta red en la comunicación, en el intercambio de saberes y conocimientos.

PERIODISTA: Roger usted estuvo hablándonos de los retos actuales para la gobernanza de los paisajes forestales en Latinoamérica, y me llamo mucho la atención de su conferencia una frase que le escuché que dijo, además con tristeza, y es el hecho de que en América Latina hemos pensado que el desarrollo se hace tumbando el bosque. Hábleme un poquito de esto y de la reflexión que usted trae con esta frase.

ROGER: Sí bueno, es prácticamente un modelo de desarrollo que ha predominado todavía hasta el día de hoy desde todo el proceso colonial, donde al bosque se le ve como tierra inculta, tierra improductiva, tierra no trabajada, hay un menosprecio que forma parte de nuestra cultura por la conservación del bosque y hay una incomprensión muy fuerte de las posibilidades que tiene de bosque de formar parte de las estrategias de vida y de la economía de la gente. Hay una ambientalismo desinformado que piensa que el aprovechamiento de los bienes y servicios del bosque es el mayor peligro del bosque cuando en realidad el aprovechamiento sostenible de los bienes y servicios ha demostrado en Latinoamérica ser la estrategia de conservación por excelencia, porque el principal enemigo del bosque es NO ser valorado como un espacio productivo y eso es lo que sigue provocando políticas muy claras en todos los países latinoamericanos, particularmente en los países sudamericanos, de alguna forma que las políticas de gobierno siguen fomentando la colonización, siguen fomentando el cambio de uso, siguen fomentando una apertura de zonas agrícolas y pecuarias, que es un artificio, es un mito creer que son necesarias para la seguridad alimentaria en Latinoamérica. En realidad soy un convencido de que Latinoamérica no necesita más áreas de agricultura, necesita modelos si, que le brinden oportunidades de desarrollo a la gente sin necesidad de hacer deforestación, porque lo que hace la deforestación básicamente es extender la pobreza, es hacer a un lado la incapacidad que hemos tenido nuestros países de brindarle oportunidades a la gente para que se desarrollen plenamente sin depender para ello de una agricultura de subsistencia que es sinónimo de pobreza, sin depender de la destrucción de los recursos naturales.

Yo creo que necesitamos que el bosque forme parte de las estrategias de desarrollo, que forme parte de los espacios productivos. Si vos lo ves aquí mismo en Colombia, son cientos de miles de hectáreas cada año que cambian de uso y por qué hay cambio de uso en Colombia: la razón principal es que eliminar el bosque se entiende como una forma de darle valor a la tierra y mientras sigamos pensando así nuestro futuro es muy oscuro.

PERIODISTA: Término preguntándole, ¿entonces el reto de la gobernanza de los bosques, es cuál?

ROGER: Colocar a la gente local en una posición de gestión del bosque con derechos claros sobre los recursos del bosque, con responsabilidades claras también. El reto es abandonar la percepción de que los bosques se conservan desde la oficina central, desde las instituciones, de que los bosques se conservan desde el gobierno central cuando en realidad las únicas personas que pueden conservar el bosque y hacer una gestión adecuada de él, son las personas que viven en los territorios junto al bosque y tienen que ser conscientes, tener el conocimiento, tener la responsabilidad, tener los derechos para hacer una gestión adecuada del bosque, pero al mismo tiempo los gobiernos centrales deben tener claro cuáles son las áreas que realmente se desean conservar y crear las condiciones habilitadoras para que las comunidades locales, los gobiernos locales, hagan del bos