El programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente – UNEP y la facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad Tecnológica de Pereira desarrollan un proyecto sobre movilidad sostenible que ha tenido gran impacto en Colombia y los países de América Latina y el Caribe.
Identificar cuánto combustible se consume en Colombia y actualizar esas bases de datos de consumo de los países Latinoamericanos y de Centro América, ha sido una de las principales tareas del grupo de investigación “Building capacity on cleaner and more efficient vehicles for Latin America and the Caribbean» que integran docentes y estudiantes de la UTP con los lineamientos de las Naciones Unidas.
Este proyecto de investigación consolida lo que se denomina las líneas base de estos países, con el propósito de saber cuáles son las políticas más eficientes para reducir el impacto de la contaminación en esta región del mundo.
“La línea base es ‘la foto’ de cómo está el parque automotor de un país o de una región en términos de consumo de combustible y de emisiones de dióxido de carbono, a partir de allí se puede evaluar qué tipos de estrategias necesita un país para poder establecer o para poder reducir el consumo de combustible de su parque automotor y así hacerlo más limpio en términos ambientales”, explicó Juan Camilo López, uno de los investigadores líderes de la UTP.
Esta investigación ha permitido identificar a Chile como un modelo a seguir en términos de reducción de emisiones de dióxido de carbono gracias a estrategias como la exigencia de un etiquetado vehicular y la creación de incentivos fiscales que permitan también promover a los importadores o a los fabricantes de vehículos, a vender cada vez vehículos más eficientes.
Colombia, según el diagnóstico logrado por la UTP y la UNEP, aún tiene mucho por hacer especialmente en temas de normatividad para la importación, chatarrización y control de emisiones en la flota vehicular que está rodando, especialmente los vehículos pesados, sin embargo, ha avanzado más que otros países de la región en otros aspectos, como ponerse metas a mediano plazo de actualización de la flota de vehículos públicos a tecnologías con mayor eficiencia energética.
Parte del proyecto le apunta también a la divulgación de estrategias efectivas y la pedagogía sobre aquellas temáticas que se conocen poco entre la comunidad en general y los tomadores de decisiones, por lo que se han creado productos audiovisuales, como podcast, para formar a los habitantes de toda América Latina.
“En Reserva es nuestro producto de comunicación que se ha lanzado desde las Naciones Unidas para conversar sobre este tema, sobre cómo ya estamos con el ‘tanque en reserva’ en la tierra. Allí, con expertos internacionales, hemos abordado temáticas relacionadas con cuál es el medio de transporte más eficiente, cuál es el riesgo y cuáles las ventajas de permitir la importación de vehículos usados, entre otros temas de interés común”, contó Juan Esteban Tibaquirá, otro de los investigadores líderes, quien estuvo recientemente en Kenia exponiendo los alcances de la investigación, ante líderes mundiales que trabajan en la Iniciativa Mundial de Ahorro de Combustible.
Vale recordar que la contaminación de la flota mundial de transporte fue responsable de al menos 385.000 muertes en 2015 y causó 1 billón de dólares en daños a la salud, según la OMS, lo cual es una alerta que desencadena en la necesidad de más estrategias como las que se están liderando desde la academia, para reducir las cifras de las consecuencias en la salud y el impacto social, además del evidente impacto ambiental, de unas políticas débiles o nulas frente a la huella de carbono de parte de los países de América Latina y el Caribe.