El Consejo Académico de la Universidad Tecnológica de Pereira emitió el siguiente comunicado:
A propósito de la situación que vive el país, en la que el conflicto en que hemos estado inmersos por décadas ha naturalizado la violencia y ha polarizado cada vez más a la sociedad, y ante las situaciones acontecidas en nuestra Universidad en los últimos días, el Consejo Académico de la Universidad Tecnológica de Pereira hace una invitación a todos los miembros de la comunidad universitaria a abordar mediante formas “no violentas” la resolución de conflictos y a fortalecer la convivencia pacífica y democrática de todos los actores de la Institución.
La comunicación y el diálogo para resolver las diferencias de manera pacífica, implica afrontar las situaciones o problemas que generan incompatibilidad u oposición entre las personas o los grupos. A su vez, es una oportunidad para el crecimiento humano y social, para construir juntos desde el respeto a las diferencias, el reconocimiento del otro y la corresponsabilidad, posibilidades realistas de interacción y de convivencia, que mantengan en alto la dignidad de cada ser humano, y el respeto a las instituciones.
Cabe mencionar aquí, que todos estos procesos deben formularse, gestarse e implementarse sobre la base humanista de la sociedad, y más aún, cuando de conflictos y problemáticas sean abordados desde los contextos y entornos educativos, ya que, de esta manera, es necesario darle la mayor importancia al ser humano para que, de manera conjunta, actúe en el bienestar de la comunidad con principios éticos y proceder de manera responsable en cada una de las decisiones que sea necesario tomar.
Los conflictos y tensiones deben convertirse en una oportunidad para educar desde una comprensión crítica de la paz y la democracia, como lo propone el PEI de la Universidad (2018), para cambiar las representaciones de violencia que han predominado en la historia del país (Jorge O. Melo, 2021); para encontrar espacios legítimos de convivencia, basados en el respeto a las diferencias, el reconocimiento de los derechos humanos y la construcción de una sociedad democrática.
En esencia, todos estamos llamados a gestionar los conflictos a través de la comunicación, la defensa de la verdad, a construir cultura de paz desde otras representaciones e interpretaciones del pasado, que nos permitan analizar críticamente el presente para proyectar otra educación y una sociedad coherente con nuestra existencia humana.
Por esto, el llamado es a actuar en consecuencia con nuestra responsabilidad social, púes consideramos que los últimos hechos ocurridos no son coherentes con una actitud de corresponsabilidad entre los diferentes actores vinculados con ellos.