Es promovida por la Mesa da Gobernabilidad y Paz del Sistema Universitario Estatal. Aunque se iniciará el próximo año, las universidades ya trabajan en su diseño. El centro de estudio lo aporta el informe que presentará en 2022, la Comisión de la Verdad.
Colombia tendrá la Cátedra Alfredo Molano, y será un espacio para llevar a la academia los resultados de la Comisión de la Verdad, para convertirlos en objeto de estudio, investigación análisis de grupos de investigación, debates en aulas de clase y de compartir esos saberes y reflexiones con el resto de la sociedad, dijo el Sociólogo y profesor de la Universidad Tecnológica de Pereira, Oscar Arango Gaviria, quien a su vez es el coordinador de la Mesa de Gobernabilidad y Paz del Sistema Universitario Estatal SUE.
Señaló el profesor Arango Gaviria que es una amanera de rendirle tributo a y reconocimiento a la muy profunda contribución de Alfredo Molano por su comprensión de la realidad nacional, sobre todo a la realidad de la Colombia profunda que se llama, quien al momento de su fallecimiento era Comisionado de Paz de Colombia, en el año 2019.
La decisión de establecer la Cátedra fue en conjunto entre diversas organizaciones nacionales como: La comisión para el esclarecimiento de la verdad, La Fundación Alfredo Molano, la Asociación Colombiana de Universidades ASCUN, El Instituto CAPAZ, algunas organizaciones sociales y la Mesa de Gobernabilidad de Paz del SUE
Ese espacio académico tendrá el compromiso de trabajar con dos legados, por un lado, el aporte del sociólogo, periodista, historiador y escritor colombiano Alfredo Molano, en términos metodológicos y sociológicos. En segundo lugar, el legado de la propia Comisión para el esclarecimiento de la Verdad del conflicto armado en Colombia. Esos dos enfoques se trabajarán una vez la comisión entregue su informe en 2022.
La catedra tendrá como objetivo central, generar un espacio social y académico de diálogo de saberes, de creación, de debates y aplicación de conocimientos teóricos y prácticos sobre la realidad territorial nacional y territorial, pero de manera muy especial, la realidad Rural, campesina, étnica y de las mujeres, para contribuir a la construcción de la paz a partir del legado de Alfredo Molano, y de la comisión de la verdad.
Expresó Oscar Arango que, a partir de ese objetivo cada universidad de manera autónoma tiene la libertad para desarrollar la cátedra como decida, es probable que algunas universidades determinen que haga parte de sus estructuras curriculares y por consiguiente tenga créditos académicos; otras con seguridad optarán por la modalidad de cátedras abiertas y libres.
Esto significa que se tienen retos y desafíos para trabajar en materia de innovación pedagógica y metodológica, que permitan que se comprendan sus contenidos y realizar el diseño de textos, material derivado del informe de la comisión de la verdad y ponerlos al servicio de la cátedra. “Todo esto es buscando la historia oculta del conflicto armado, en una perspectiva de construir colectivamente la verdad sobre ese conflicto para ponerla al servicio de los derechos de las víctimas y de la convivencia pacífica”, explicó.
Dijo que en el caso de la Universidad Tecnológica se está debatiendo sobre lo que debe hacerse con la cátedra, entre profesores, investigadores y algunos estudiantes de las facultades de Ciencias de la Educación y Bellas artes y Humanidades.
Ya hay el compromiso de las universidades Nacional de Colombia, Valle, Antioquia y se espera una contribución especial de las universidades ubicadas en los territorios en los que se ha vivido el conflicto de manera rigurosa como lo son: La Universidad de Nariño, Universidad de la Amazonía, la Universidad de los Llanos, en la Universidad Francisco de Paula Santander o en la universidad Tecnológica del Chocó, entre otras, concluyó diciendo Oscar Arango Gaviria.
El lanzamiento de la Cátedra Alfredo Molano se hizo reciente en Bogotá, con la participación de destacados académicos de Colombia y el propio presidente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, padre Francisco José de Roux.