El pasado 18 de julio la Corte Constitucional aprobó la propuesta del gobierno nacional, de convocar a los colombianos a las urnas para que aprueben o rechacen los acuerdos de paz alcanzados en La Habana entre el Estado y las Farc. Según establece el comunicado leído por la magistrada María Victoria Calle, los acuerdos solo serían implementados por el Congreso de la República si una mayoría superior a 4 millones de votos se manifiesta por el SÍ. Por el contrario, si una mayoría de colombianos vota por el NO, o si no participaran más de 4 millones de colombianos, los acuerdos no serían implementados.

Para la Red Colombiana de Lugares de Memoria “esta es la posibilidad más concreta de alcanzar la paz por la vía negociada que ha tenido la sociedad colombiana, y en ella, nosotros como sociedad tenemos un papel fundamental”, afirma Oscar Martínez, delegado del Parque de la Memoria de El Castillo (Meta).

“Queremos hacer una campaña para motivar a la gente a que participe en el plebiscito, porque no queremos ser pasivos ante el momento histórico que vivimos –completa William Wilches del Museo Caquetá-. Nosotros, que sabemos del sufrimiento de las víctimas, que hacemos ejercicios de resistencia, sabemos también todo lo que podemos alcanzar con la paz”.

“Uno de los principales argumentos que quieren utilizar los detractores del proceso de paz, es que las víctimas no estamos dispuestas a perdonar a los victimarios, y eso no es cierto. Si bien, no se trata de perdonar por perdonar, pero quienes proponemos ejercicios de memoria consideramos que recordamos para no repetir, para buscar alternativas que no nos condenen a la violencia”, añade Martínez.

Este argumento coincide con el expuesto por el grupo de victimas que viajó a La Habana entre agosto de 2014 y diciembre de 2015, quienes aseguraron que la mejor reparación para las víctimas del conflicto armado no es un sistema judicial punitivo, sino la garantía de verdad y no repetición.

La campaña que iniciarán los lugares de memoria contará con escenarios de pedagogía, foros, encuentros con jóvenes y adultos, exposiciones y producción de material en torno a la memoria y la paz. “Cada lugar de memoria está haciendo una agenda de campaña, que coordinaremos para potenciar las acciones -comenta Soraya Bayuelo, del Museo Itinerante de la Memoria de los Montes de María-. Yo creo que el SÍ va a ganar, soy optimista, tengo la certeza profunda de que vamos a lograr salir de este periodo de tristezas”.

Integran la Red Colombiana de Lugares de Memoria el Parque Monumento de Trujillo (Valle del Cauca), el Museo Itinerante de la Memoria y la Identidad de los Montes de María (Bolívar), el Centro Comunitario Remanso de Paz (Pueblo Bello, Antioquia), Centro de Acercamiento para la Reconciliación, CARE (San Carlos, Antioquia), la Casa de la Memoria de la Costa Pacífica Nariñense, el Salón del Nunca Más (Granda, Antioquia), el Centro de Memoria del Conflicto (Valledupar, Cesar), la Piedra de San Lorenzo (Samaniego, Nariño), el Centro Integral de Formación y Fortalecimiento Cultural WIWA (Sierra Nevada de Santa Marta), el Museo Caquetá, el Museo Comunitario “Tras las huellas de El Placer” (Putumayo), La casa de la Memoria de El Salado (Carmen de Bolívar), el Proceso de Construcción Social del Parque de la Memoria de El Castillo (Meta), Proceso del Construcción Social del lugar de Memoria Departamental del Meta, el Lugar de Memoria del Atrato (Bojayá, Chocó), el Lugar de Memoria del MOVICE (Meta), Mujer Ministerio de Amor que da Vida a la Vida (Cartagena del Chairá, Caquetá), el Lugar de Memoria del MOVICE (Valle del Cauca), la Capilla de la Memoria de Buenaventura (), el Lugar de Memoria del Departamento del Valle, la Galería de la Memoria Tiberio Fernández Mafla (Cali), Museo Comunitario de San Jacinto (Tolima); el Quiosco de la  Memoria Las Brisas (San Juan Nepomuceno, Bolívar); la Casa del Conocimiento, Casa Arana (La Chorrera, Amazonas), el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (Bogotá), la Casa Museo de la Memoria (Medellín), y el Museo Nacional de la Memoria, del CNMH.

 

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