Todavía es muy poco

El Gobierno Nacional acaba de lanzar a través del Señor presidente Santos y de la ministra de Educación, Dra. Gina Parody, un programa especial de 10.000 becas que incluyen matrícula y sostenimiento, para apoyar aquellos estudiantes que siendo admitidos en los programas que ofrecen las 33 Universidades con Acreditación de Calidad, hayan hecho parte de los mejores puntajes de prueba Saber 11, cuyos resultados están por salir, y además estén clasificados en la base de datos del Sisbén con puntajes de corte equivalentes al Sisbén 1 y 2. Afirma la Ministra que los beneficiados estarán dentro del 7% de los mejores resultados de las pruebas.

Indudablemente hay que reconocer que desde el punto de vista social constituye un acierto al brindarles a los jóvenes de escasos recursos la posibilidad de formarse en universidades, que en otras circunstancias no podrían. No obstante, quiero aportar algunos elementos de análisis que considero importantes.

Me parece que el haber cerrado el programa  solo a las universidades con Acreditación Institucional deja por fuera ofertas de programas con Acreditación de Calidad, que si bien no son de universidades acreditadas, si han sido juzgados como de excelencia. Además no todos los programas de las universidades acreditadas son de calidad; hay muchos programas, quizás la mayoría sin Acreditación de Calidad. Según el Sistema de Información de la Educación Superior, de 1412 programas en IES acreditadas solo 504 tienen Acreditación de Calidad. De otro lado en IES no acreditadas existen 441 programas con Acreditación de Calidad.

Creo que se desaprovecha una valiosa oportunidad para inducir la demanda financiando aquellas ofertas que le convengan estratégicamente al país y donde quizás las becas puedan ayudarle a las instituciones a fortalecerlas. Podríamos pensar en ciencias básicas, agropecuarias, etc. Incluso la formación de maestros.

Tal y como está el programa no procura la creación de nuevos cupos, un objetivo que no puede eludirse; el aumento de cobertura hace parte de las urgencias del Sistema de Educación Superior.

Esta aseveración es más cierta para el caso de las universidades públicas donde el valor de las matrículas no cubre el costo de la formación y los subsidios son necesarios. Si la vía del Gobierno persiste en los criterios de este programa, a la larga solo se beneficiarán las universidades privadas. Las universidades públicas si van a crear nuevos cupos deben apelar a formas adicionales de financiamiento.

Con las becas se pueden cualificar los grupos de estudiantes admitidos en los programas, ingresarán fruto del apoyo otros más capaces, lo cual es muy importante, pero hay que ir más allá.

Lo único que se cubre completamente es el costo de matrícula, la beca para sostenimiento de dos salarios mínimos mensuales en el semestre, luce insuficiente, sobre todo si tendrán que desplazarse a las grandes ciudades donde se encuentra la oferta. Ojalá que haya ejercicios complementarios de apoyo en las universidades como se ha dicho que habrá.

Finalmente, la rebajada fue grande; de 100.000 becas que se esperaban terminamos en 10.000

 

 

 

 

Luis Enrique Arango Jiménez

Rector

Universidad Tecnológica de Pereira